En poco tiempo y con pocos ingredientes, hacete estos burritos caseros para comer al paso y no vas a poder parar

En el día a día, cuando estás ocupado, el almuerzo puede ser una complicación. Muchos terminan eligiendo la comida rápida, al paso, o incluso se saltan este momento importante. Para que esto no te suceda, deberías llevar tu comida transportable, como, por ejemplo, unos burritos.

Esta es una preparación muy práctica porque no ocupa mucho espacio y la podés consumir al paso. Igualmente, estarías cuidándote, comiendo sano y no salteándote el almuerzo. Animate a prepararla la noche anterior para tenerla lista al día siguiente; también podés comerla cuando quieras.

Los ingredientes que vas a necesitar para hacer esta receta de burritos son los siguientes:

Para el relleno:

• 1 cebolla mediana
• 1 morrón
• 300 g de carne de nalga o cualquiera blanda
• 1 cucharada de mostaza
• Queso muzzarella o cremoso

Para la masa:

• Una taza chica de harina 0000
• 1 cucharada de aceite
• 1 cucharadita de polvo de hornear
• Sal a gusto
• Agua cantidad necesaria

Lo primero que vas a hacer en esta preparación es pelar y cortar una cebolla en cubos muy chiquitos, y hacer lo mismo con el morrón. Por otro lado, poné a calentar un poco de aceite en una sartén y rehogá las verduras con un poco de sal y pimienta al gusto.

Mientras eso se cocina, vas a agarrar la carne y la vas a picar en cuadrados. Agregalo a las verduras e incorporá una cucharada de mostaza. Dejá que se cocine todo muy bien y reservá un momento.

También vas a hacer la masa. Para eso, colocá en un bol la harina junto con el aceite y la sal. Vas a ir incorporando el agua de a poco mientras amasás, hasta que se una todo y se forme un bollo liso. Dejalo descansar durante 15 minutos, pasalo a la mesada y estiralo lo más fino que puedas con ayuda del palo de amasar.

Llevalo a cocinar en una sartén grande, vuelta y vuelta, hasta que se dore. Ahora vas armar los burritos colocando el relleno de carne y, por encima, queso cremoso o muzzarella. Formá el paquete doblando primero los bordes y después enrollándolo. Para cocinarlo, podés colocarlo vuelta y vuelta en una sartén. Después, transportalo en film o como te sea más cómodo.