Lasagna de calabaza: tentate con esta receta cremosa, fácil y riquísima, que salva tu cena del finde

Originalmente, la lasagna es un plato tradicional de la gastronomía italiana que ha ganado popularidad en todo el mundo. Se caracteriza por estar formada por capas de láminas de pasta intercaladas con diferentes ingredientes y salsas.

En la versión clásica de la lasagna se hornea hasta que las capas de pasta se funden en una textura cremosa y dorada, creando una mezcla deliciosa de sabores y texturas. Pero en esta oportunidad, te vamos a enseñar una receta diferente, cuyo resultado es espectacular.

Hoy, en Minuto Neuquén, te vamos a contar cómo hacer, paso a paso, una deliciosa lasagna de calabazas que no tiene harinas y es súper sabrosa. Seguí las indicaciones y sorprendete con su resultado infalible.

Lo que vas a necesitar

• 1 calabaza grande (cortada en rodajas finas)
• 200 g de queso parmesano rallado
• 200 g de jamón cocido en fetas
• Pimienta al gusto
• 200 g de muzzarella (podés reemplazar con queso cremoso)

Cómo hacer la lasagna de calabaza

1. Cortar la calabaza en rodajas finas para usar como láminas de la lasagna
2. Precalentar el horno a 180°C
3. Colocar una capa de rodajas de calabaza en el fondo de una fuente para horno
4. Espolvorear una cantidad generosa de queso parmesano rallado sobre las rodajas de calabaza
5. Añadir una capa de fetas de jamón sobre el queso parmesano
6. Repetir el proceso con otra capa de calabaza, queso parmesano y jamón hasta llenar la fuente
7. Espolvorear pimienta a gusto en cada capa para darle más sabor
8. Colocar una última capa de calabaza en la parte superior de la lasagna
9. Cubrir la lasagna con el queso cremoso distribuido uniformemente
10. Hornear durante 30-40 minutos o hasta que la calabaza esté tierna, y el queso esté dorado y burbujeante.
11. Retirar del horno y dejar reposar unos minutos antes de servir