La hermosa planta de coloridas flores que trepa por los muros y le da un toque distinguido a tu jardín

Si querés decorar los muros y paredes de tu casa con una planta que sea fácil de cuidar, de bajo mantenimiento y que tenga hermosas, grandes y coloridas flores, entonces en tu jardín no puede faltar la clematis. Esta especie silvestre, originaria de las campiñas inglesas, es conocida popularmente como ‘alegría de los viajeros’ por su sencillo cultivo natural y su atractiva floración, que aportará un toque de belleza y frescura a tu hogar.

También considerada la flor de los soñadores, es una especie muy perfumada, similar al aroma del jazmín, que llenará de fragancia y color a tu casa durante toda la primavera, verano e incluso en otoño. La clematis, comúnmente llamada clemátide, es un género de la familia Ranunculaceae, compuesto en su mayor parte por plantas trepadoras y lianas resistentes. Algunas especies son arbustos y otras herbáceas perennes. Esta planta produce flores en forma de estrella o campana, que son un deleite visual y pueden ser de diversos colores, como blanco, rosa, púrpura y azul.

La clematis es una planta muy fácil de cultivar, por lo que, con el mantenimiento adecuado, podrás disfrutar de toda su belleza. Antes de conocer la guía básica de cuidados, es importante señalar que deberías plantar esta especie cerca de un árbol, un muro, un enrejado o cualquier estructura que le sirva como apoyo para trepar. También se puede cultivar en macetas, colocándola al lado de un soporte para que pueda escalar. Por otro lado, es una liana que necesita tener siempre en su base otra especie plantada, que puede ser una herbácea o alguna otra planta pequeña, ya que le gusta estar protegida.

Cuidados de la clematis

• Luz: las flores de la clematis disfrutan del sol, especialmente por la mañana, pero deben evitar las horas más intensas de calor. En cambio, sus raíces deben mantenerse en la sombra para conservar la humedad esencial que necesitan. Por esto, lo ideal es ubicarla en un lugar con semisombra. Recordá que la base de la planta debe estar cubierta de plantas bajas, para mantener las raíces frescas. Otra solución es recurrir a una capa de mantillo, que será suficiente.

• Riego: necesita un riego regular, especialmente durante la temporada de crecimiento y floración. Es importante mantener el suelo húmedo, pero sin excesos de agua ni encharcamientos, para evitar que las raíces se pudran.
• Sustrato: requiere de un suelo bien drenado y suelto, rico en materia orgánica y ligeramente alcalino. Si se cultiva la planta en una maceta, debe ser lo suficientemente grande para permitir que sus raíces se desarrollen de forma óptima.