3 consejos clave para que tu Monstera Deliciosa se vea rozagante y se convierta en el centro de atención en tu hogar

¿A quién no le gusta una casa fresca y llena de vida, gracias al aporte de las plantas y los árboles? Un ambiente verde no solo embellece el espacio, sino que también mejora la calidad del aire y crea una sensación de bienestar. En los últimos años, decorar con arbustos volvió a ser tendencia, especialmente la ornamentación con especies de grandes hojas vistosas. Entre los cultivos con estas características se encuentra la Monstera Deliciosa.

La Monstera Deliciosa, comúnmente conocida como Cerimán o Costilla de Adán, es una especie de planta trepadora de la familia Araceae, endémica de las selvas tropicales. Este arbusto, que se distribuye desde el centro y sur de México hasta el norte de Argentina, presenta un tallo grueso con hojas grandes, correosas, brillantes y cordadas. Además, tiene un fruto que se asemeja a un choclo verde con escamas hexagonales.

Esta planta, muy utilizada como especie interior ornamental, es muy sencilla de cuidar y su mantenimiento es muy bajo. Sin embargo, esto no significa que se deba descuidar su atención. Si querés que la Monstera esté impecable y rozagante todo el año, no te pierdas estos consejos clave que ayudarán a que tenga un crecimiento y desarrollo adecuados.

Secretos para el cuidado de la Monstera

• Limpiar sus hojas regularmente, esto no solo mejora su apariencia y las mantiene hidratadas, sino que también optimiza la fotosíntesis, lo que le permitirá crecer más fuerte y saludable. Por otro lado, la Costilla de Adán requiere de ambientes húmedos, por lo que se recomienda pulverizar frecuentemente sus hojas.
• Riega el sustrato o tierra de manera equilibrada. La Monstera necesita humedad, pero evita los excesos de agua y los encharcamientos para no dañar sus raíces. Lo mejor es dejar secar el sustrato entre riegos. Cuando el grosor y la tersura de sus hojas disminuyen, es un indicativo que la planta necesita agua.
• Ubicala cerca de una ventana con luz indirecta, ya que los rayos solares directos pueden quemar sus hojas. Si la cultivás en exterior, procurá que sea en semi sombra y con temperaturas cálidas durante todo el año. Si las hojas se tornan de un verde pálido, es un indicativo que sufren un exceso de luz. En cambio, si tienen un lindo tono verde oscuro intenso, es porque están en perfectas condiciones. Asimismo, si los peciolos son muy largos en relación al tamaño de la hoja, significa que necesita ser ubicada en un lugar más luminoso.

Además de estos consejos, hay otros factores que también se deben considerar:

• Sustrato: prefiere un suelo con buen drenaje, aireado y rico en nutrientes y materia orgánica. Una mezcla de humus de lombriz, perlita, fibra de coco, arlita y biochar es ideal para esta especie.
• Trasplante: es muy importante para su crecimiento, por esto, lo mejor es trasplantar cada dos años a una maceta de mayores dimensiones.
• Abono: para estimular su desarrollo, lo ideal es aplicar una dosis de abono cada 15 días desde el comienzo de la primavera hasta el final del verano. Durante los meses de invierno, suspender su uso.