Heladera
Ahorrá fortuna en un técnico: el secreto para dejar tu heladera como nueva y sin mal olor en pocos minutos
Con este preparador dejarás este electrodoméstico como nuevo.La cocina es uno de los sectores en los que más cuesta a la hora de llevar adelante la limpieza del hogar. Si dejar como nuevo todos los espacios que se utilizaron para alimentarse es agotador, ni hablar cuando se debe profundizar ocupándose de artefactos como la heladera.
Es, posiblemente, el electrodoméstico más indispensable que tenemos y no todos le hacen un mantenimiento acorde. Justamente, ese descuido es el que puede llevar a que las consecuencias sean importantes, repercutiendo de forma directa en la conservación de los alimentos que guardamos ahí. Por eso, acá te presentamos un consejo que tenés que implementar para que tu heladera quede como nueva, con pocos ingredientes, en escasos minutos y sin gastar en un técnico.
Los elementos que necesitás para que el refrigerador no deje rastros de manchas son: jabón para platos (dos cucharadas), vinagre de alcohol (cuatro cucharadas), bicarbonato de sodio (dos cucharadas) y una taza de agua. Una vez mezclados en un recipiente, los dejás reposar instantes antes de volcarlos en un paño nuevo.
Luego de desenchufar la heladera, retirá todas las divisiones que tenga para aplicar el producto con mayor libertad en la superficie. Tenés que ir cubriendo rincón donde se note la suciedad y así refregarlo con fuerza para poder sacársela. Una vez que lo cumplas, podés volver a poner las partes y repasarlas, de forma tal de que el lavado sea completo. Otra de las ventajas es que también sirve tanto para la puerta como para las demás zonas de exteriores.
Consejos de uso de la heladera
Aunque, como se dijo, la heladera es el electrodoméstico por excelencia más indispensable que podemos tener en casa, muchas veces colocamos adentro alimentos que no deberían ocupar lugar adentro porque pierden su valor nutritivo y saludable. Aquí te damos algunos ejemplos.
Las bananas y el chocolate tienen contra indicaciones de pasar por una cadena de frío semejante. Mientras la fruta tiende a ceder su maduración, el cacao puede sufrir la formación de una capa granulosa que le da un sabor feo. El café, por su parte, adquiere muy fáciles los olores que tiene a su alrededor, por lo que rápidamente perderá su esencia principal.