La planta de hermosas y llamativas flores, que nunca se enferma y que vas a querer tener en tu jardín

Si querés darle más color a tu jardín y no sabés qué planta elegir, te tenemos la solución: la Rosa mirato. Esta especie que te vamos a recomendar es ideal para cubrir espacios, ya que, al ser arbustiva, crece en todas direcciones: a lo largo, a lo ancho y también a lo alto. Sus hermosas y delicadas flores le darán un toque de alegría a tu hogar. Además, con el cuidado adecuado, este cultivo florece desde la primavera hasta principios del invierno. A continuación, te contamos todo sobre esta especie.

El género Rosa incluye un grupo de arbustos, en su mayoría espinosos y floridos, que pertenecen a la familia de las rosáceas. Se les llama "rosas" a las flores de estas plantas y "rosales" a las propias plantas. Existen alrededor de cien especies en este género, pero la variedad de cultivares es mucho mayor, de hecho, supera las 30.000 variedades. Estas provienen de distintas hibridaciones, y cada año surgen nuevos ejemplares. Esta planta es una de las más populares y conocidas del mundo, incluso existen jardines específicos de estos arbustos llamados rosedales.

La Mirato es una variedad de rosa apreciada por su elegancia y resistencia. Sus flores, de un color rosa fucsia y completamente dobles y brillantes, se agrupan en grandes racimos, lo que brinda un hermoso espectáculo visual. Además, la planta tiene la capacidad de autolimpiarse, lo que significa que las flores caen solas una vez marchitas, por lo que no requiere de una poda constante. Sin embargo, al menos una vez al año, es necesario quitar las ramas y flores viejas que no se hayan caído, para que el arbusto crezca con más energía. Es ideal para diversas ubicaciones, desde espacios grandes hasta canteros, y se adapta bien a diferentes condiciones de crecimiento. Su resistencia y bajo mantenimiento la convierten en una opción perfecta para quienes buscan embellecer sus jardines con poco esfuerzo.

Cuidados de la Rosa mirato

• Luz: crece mejor cuando recibe exposición total al sol, lo que favorece su desarrollo, salud y capacidad de floración. Aunque su preferencia es la luz solar directa y continua, también puede adaptarse bastante bien a condiciones de luz parcial.
• Riego: requiere de un riego regular, ya que necesita un suelo húmedo, pero no tolera el exceso de agua en las raíces, por lo que se deben evitar los encharcamientos.

• Sustrato: prefiere suelos ligeramente ácidos y con un buen drenaje. Una tierra rica en materia orgánica también es ideal para esta planta.