Sal de Lavanda: prepará esta "mágica" mezcla que tiene poderes curativos y de relajación

La Lavanda es una de las plantas más queridas en todos los sentidos. Por su aroma exquisito, se usa en perfumes y esencias; también se le atribuyen beneficios para la salud y hasta poderes de relajación y energizantes. Por eso mismo, deberías preparar una sal de Lavanda.

Las flores de esta especie son muy buenas para algunas dolencias del cuerpo. Se dice que alivia dolores de cabeza, musculares y artríticos, funcionando como un antiinflamatorio. También se considera antiséptica y moderadamente diurética, aunque hay que usarla con cuidado.

En cuanto a su poder energético, hay quienes la usan en rituales para el amor, la protección, el sueño, la purificación, la felicidad y la paz. En muchos casos, se utiliza para sahumar y atraer un poco más de tranquilidad a los espacios. Con la sal de Lavanda, tendrás un instrumento muy beneficioso.

Este material es usado en un sinfín de rituales y podés hacerlo en casa. Los granos de este material absorben las malas energías y purifican el alma. Podés incorporarla no solo para los rincones de casa, sino también en baños de inmersión, con efecto relajante, o en la mesita de luz para conciliar el sueño.

Colocá una buena cantidad de flores de Lavanda (frescas o secas, de las que se consiguen en la herboristería) en un mortero junto con un puñado de sal gruesa. Si no tenés mortero, también podrías machacarlas con cuidado con ayuda de una bolsa y un palo de amasar.

Embotellá el contenido donde más lo necesites. Lo ideal es hacerlo en estos días para cargarlo durante la noche con la energía de la luna llena, así tiene una mejor función. La sal de Lavanda puede usarse en todo lo que quieras, y la vas a agradecer cuando tengas un momento a solas.