ALBAHACA

Cómo tenés que cosechar tu planta de albahaca para que crezca frondosa, sana y llena de hojas

Con este práctico consejo, vas a lograr disfrutar y aprovechar esta hierba aromática durante todo su ciclo de vida.
domingo, 24 de noviembre de 2024 · 20:48

La Ocimum basilicum, conocida como albahaca, es una hierba aromática anual perteneciente a la familia de las lamiáceas. Originaria de las regiones tropicales de África Central y el sudeste asiático, esta planta ha sido cultivada y utilizada desde hace miles de años por su versatilidad en la gastronomía. Se trata de una especie ampliamente apreciada en cocinas de todo el mundo. La variedad más comúnmente empleada para sazonar es conocida como "albahaca dulce" o "hierba real". Cuenta con hojas opuestas de un verde brillante, de forma ovalada, bordes ligeramente dentados y una textura suave al tacto. Además, la planta produce flores tubulares, agrupadas en espigas terminales, que pueden variar entre el blanco y tonos violáceos.

Tener una planta de albahaca en casa, ya sea en el jardín o en una maceta dentro del hogar, es una excelente idea, ya que siempre tendrás a mano esta hierba aromática para condimentar tus comidas. Además de su valor culinario, a esta especie se le atribuyen propiedades beneficiosas para la salud, como favorecer la digestión, actuar como diurético y suavizar la garganta, entre otros. A pesar de ser una planta de temporada, es decir, que completa su ciclo de vida en un solo año y tiende a secarse y morir al comienzo del otoño; cuando llegan los primeros días fríos, esta hierba es un cultivo muy sencillo de mantener. Para prolongar su vida útil y disfrutarla durante todo el año, es importante considerar los siguientes factores:

Esta aromática es fundamental en recetas tradicionales y en numerosas infusiones y platos gracias a su sabor fresco y su aroma. Además, es un repelente natural para algunos insectos y plagas.
  • Luz y ubicación: necesita abundante luz solar para desarrollarse correctamente. Si la tenés en el interior, colocala cerca de una ventana con buena iluminación natural. En exteriores, ubicala en un lugar donde reciba luz directa al menos 4 a 6 horas al día.
  • Riego: es fundamental mantener la tierra húmeda pero no encharcada. Durante los días calurosos, se recomienda regar diariamente, pero siempre verificá que el sustrato esté seco antes de volver a hacerlo para evitar que las raíces se pudran.
  • Sustrato: utilizá una tierra rica en materia orgánica y con buen drenaje. Podés mezclar tierra de jardín con compost y un poco de arena para mejorar la evacuación del agua.
  • Abono: usá fertilizantes orgánicos, como compost o humus de lombriz, cada tres o cuatro semanas para enriquecer el suelo y favorecer el crecimiento.

Más allá de esta guía básica de cuidados de la albahaca, hay un detalle muy importante a tener en cuenta para que la hierba aromática crezca frondosa, sana y fuerte. El secreto está en la cosecha. A continuación, te contaremos cómo debés realizar la cosecha para lograr que tu planta se mantenga en excelente estado durante todo el año.

La albahaca en maceta es más fácil de cuidar, ya que permite moverla según las necesidades de la planta y facilita el control del mantenimiento.

 

Cómo cosechar la albahaca

Si notaste que tu albahaca comenzó a crecer con tallos largos y finos, sin producir tanto follaje, es una señal clara de que no cosechaste de la manera correcta. Para evitar que esto suceda, cada vez que uses la planta, lo ideal es cortar el tallo junto con las hojas, no solo las hojas. Al hacerlo, estimularás la aparición de nuevos brotes, lo que permitirá que la planta se mantenga más saludable y con follaje más denso y exuberante.

Cortá la albahaca desde el tallo y no solo las hojas.

Además de la cosecha, la poda también es un aspecto clave para asegurar el crecimiento y desarrollo saludable de la albahaca. Realizar podas regulares favorece una mayor frondosidad, ya que cortar las flores a tiempo evita que la planta entre en su ciclo reproductivo, lo cual hace que sus hojas se vuelvan más pequeñas y pierdan sabor. Al cortar las flores, también se estimula la aparición de nuevas ramas, lo que resulta en una hierba más fuerte, llena de hojas frescas y fragantes.

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