La forma de reproducir eternamente tu planta de espinaca y poder cultivar todo el año

No hay nada como los vegetales orgánicos y libres de agroquímicos; son un mimo para tu cuerpo y para tu salud, en medio de tantos productos artificiales. Igualmente, no siempre se pueden conseguir en todos lados. En esos casos, podrías cosecharlos en casa, como unas ricas espinacas.

Si estás pensando en emprender con tu propia huerta en casa, entonces tenés que conocer todos los secretos que hay detrás de los vegetales. Seguramente, la primera vez que lo hagas, vas a tener que invertir algo de tiempo y dinero en conseguir semillas y un buen abono para la tierra.

Aunque, una vez que aprendas los secretos de los profesionales en la materia, no vas a tener que gastar tanto. Se va a convertir en una tarea mecánica, y la realidad es que las mismas plantas producen sus propias semillas. Las espinacas no son la excepción, y vas a tener todos los años.

Esta hoja verde tiene cientos de propiedades provechosas para el cuerpo. Además, se puede usar en varias recetas muy ricas y hasta jugos desintoxicantes. Contiene una gran cantidad de hierro y vitaminas, por lo que debería ser uno de tus principales objetivos a la hora de tener tu huerta.

Una vez que hayas sembrado tus espinacas y veas que las hojas ya están listas para cortar, podés hacerlo, pero siempre antes de que aparezcan las flores. Para reproducirlas, vas a dejar una o dos plantas con flores, que más adelante se desarrollarán y te darán las semillas.

El secreto está en recolectarlas cuando el tallo esté seco; si todavía están un poco verdes, es mejor esperar. Después, ya las podés guardar en un sobre de papel para conservarlas hasta que decidas volver a sembrarlas. El proceso será el mismo y, así, tu huerta estará siempre activa.