PLANTA

La planta de moda que todos quieren, pero que requiere un cuidado especial para crecer hermosa

Esta especie es ideal para darle vida y estilo a cualquier rincón de tu hogar.
viernes, 29 de noviembre de 2024 · 13:54

Si te apasiona decorar con plantas tanto el interior como el exterior de tu hogar, hay una especie que no puede faltar en tu colección: el Ficus lyrata, también conocido como Ficus pandurata. Este arbolito de hojas grandes y brillantes se convirtió en uno de los favoritos del diseño de interiores y la jardinería, destacándose por su elegancia y versatilidad. En los últimos años, su popularidad creció tanto que es considerado como una de las últimas tendencias en ornamentación. Es que no hay dudas: esta planta aporta un toque moderno y natural a cualquier espacio donde se la ubique.

El Ficus lyrata, conocido también como higuera hoja de violín, es una planta ornamental muy valorada por sus grandes hojas en forma de lira, que le otorgan un atractivo singular. Esta especie pertenece a la familia Moraceae y es originaria de las selvas tropicales de África Occidental, donde suele crecer en las tierras bajas. En su hábitat natural, el pandurata a menudo comienza su desarrollo como una epífita, es decir, germina en lo alto de otro árbol, para después extender las raíces que llegan al suelo y, eventualmente, envuelven el tronco del huésped. Sin embargo, también puede crecer de manera independiente y alcanzar una altura de varios metros en condiciones ideales.

Un Ficus pandurata embellece cualquier hogar.

Las hojas de esta planta, de textura coriácea y bordes ondulados, presentan un diseño con un ápice ancho y un centro estrecho, lo que recuerda a la forma de un violín. Estas pueden medir hasta 45 cm de largo y 30 cm de ancho, aunque suelen ser más pequeñas en especies cultivadas en interiores. Además, produce un higo verde pequeño, que no es apto para el consumo. Aunque el Ficus lyrata es una especie relativamente fácil de cuidar, es fundamental seguir algunas recomendaciones específicas para garantizar su correcto desarrollo y mantener su follaje vibrante y saludable. A continuación, te compartimos una guía básica con los cuidados esenciales para este árbol ornamental, que sin dudas realzará cualquier espacio.

La belleza de sus hojas no pasa inadvertida.

 

Cuidados del Ficus lyrata

  • Luz: requiere un ambiente bien iluminado, pero sin exposición directa al sol, ya que esto podría dañar sus hojas. Si la planta no recibe la cantidad de luz adecuada, puede perder las hojas inferiores. En interiores, es ideal colocarla cerca de una ventana luminosa donde reciba luz indirecta o filtrada durante varias horas al día. Algunos indicios de que carece de luz son: el crecimiento se detiene, los tallos se debilitan y las hojas, además de caerse, tienden a inclinarse hacia abajo.
  • Riego: durante el verano, se recomienda regar con mayor frecuencia, mientras que en invierno es suficiente hacerlo una vez por semana. Es preferible utilizar agua blanda, como agua de lluvia o descalcificada; para obtenerla, podés dejar que el agua repose unas 24 horas antes de usarla. Además, asegurate de que el agua no esté demasiado fría al momento del riego. Podés hidratar las hojas directamente o pulverizándola con un atomizador, lo que también ayuda a mantener la humedad ambiental. Es fundamental evitar el exceso de agua al regar el Ficus, ya que puede perjudicar a su salud. La aparición de manchas rojas en las hojas es una de las principales señales de que sus raíces están dañadas por exceso de humedad.
Con estos tips de jardinería, tu Ficus se verá rozagante.
  • Sustrato: debe ser liviano y contar con un buen sistema de drenaje. Lo ideal es una mezcla de tierra específica para plantas de hojas grandes, complementada con turba, fibra de coco y humus de lombriz. Estos componentes no solo aseguran la porosidad necesaria, sino que también ayudan a retener la humedad adecuada.
  • Consejo: mantener las hojas del Ficus lyrata limpias es fundamental para facilitar la fotosíntesis. Podés hacerlo con un paño o una esponja húmeda, pasándolos suavemente sobre las hojas para quitarles el polvo y dejarlas impecables.