Árbol
El árbol que llena las veredas de color y que podés multiplicar con una sencilla técnica
Esta especie es ideal para decorar los espacios.El árbol tiene una ascendencia especial dentro del contexto en el que vivimos. Las ventajas que dan estas especies van desde su aporte a la naturaleza hasta el toque estético bien marcado que embellece el lugar. Esto último se notan mucho más en esta temporada del año, cuando todavía hay algunos floreciendo.
La planta que tiene en noviembre a un mes clave para su desarrollo es el Jacarandá. Con una capacidad distintiva gracias a su color morado, es uno de los que más y mejor se aprecian cuando se lo ve. No en vano muchas ciudades lo eligen para decorar sus espacios públicos brindándoles un salto estético con su sola presencia. Otro de los aspectos positivos que tiene este árbol es el de su fácil multiplicación.

Lo primero que se debe hace hacer es cortar con mucho cuidado las cápsulas que habitan en la hierba tratando de no lastimarla. Dentro de las mismas, se podrán notar la gran cantidad de semillas que hay y con las que se debe trabajar. Después de sumergirlas en agua por un total de doce horas, recién se la pasa a un sustrato que debe humedecerse constantemente para que, entre los próximos 15 o 20 días, ya notemos los primeros resultados.

El factor primordial para llegar al resultado final desde la germinación es la iluminación. Luego de poner las semillas en tierra, esta debe estar expuesta a horas de sol que serán determinantes para el desarrollo. Por otro lado, hay que mantener una constancia en el riego que se respete cada tres veces por semana para que, a los meses, la planta comience a tomar cierta altura. Se cree que el árbol toma dos metros por año.

Más detalles a tener en cuenta
Sumado a la importancia de la iluminación y al riego mencionados, hay otras aristas a considerar para que el desarrollo del árbol jacarandá sea óptimo. Los especialistas marcan que la tendencia a la floración es mejor cuando el suelo que lo sostiene no cuenta con mucho nitrógeno, un componente que puede ser contraproducente.
Esta especie rinde mejor en superficies arenosas y bien drenadas que sirvan para evitar la formación de charcos en el sector. Asimismo, lo mejor será alejarlas de las zonas donde el viento se haga sentir permanentemente para que esa floración pueda notarse en cada temporada.