Cómo es el ritual del 24 de diciembre a la noche para aprender a curar el mal de ojo: por qué hacerlo en esta fecha

El mal de ojo es una creencia popular supersticiosa que atribuye ciertas desgracias, enfermedades o malestares a la influencia negativa de una mirada envidiosa o cargada de energía dañina. Según las tradiciones, este fenómeno puede afectar tanto a personas como a animales e, incluso, objetos, aunque en general, se considera que los niños y las mujeres embarazadas son más susceptibles. Esta suposición es muy antigua, se remonta a miles de años y está presente en muchas culturas como la griega, la romana, la judía, la islámica, la budista y la hindú.

Los síntomas atribuidos al mal de ojo incluyen dolores de cabeza persistentes, fatiga inexplicable, insomnio, mareos e, incluso, malestar emocional, como ansiedad o irritabilidad. En algunos casos, la ojeadura también puede manifestarse en niños con llanto inconsolable o pérdida de apetito. Estas señales se interpretan como el impacto de la energía negativa que afecta el bienestar general de la persona. Sin embargo, existen rituales específicos para identificarlo y contrarrestarlo. Aprender a realizar uno de estos ritos es posible a través de técnicas sencillas, transmitidas de generación en generación, que combinan oraciones, elementos simbólicos y pasos claros para protegerse de esta energía negativa y recuperar el equilibrio.

El ritual del mal de ojo se realiza tradicionalmente en la noche del 24 de diciembre, víspera de Navidad, donde la persona con el don lleva a cabo la ceremonia y enseña a su aprendiz cómo realizarlo. En esta fecha, se cree que la energía de este fenómeno es más potente y puede afectar a las personas que están más expuestas. Además, se considera que es un momento ideal para aprender las "buenas artes" de la curación durante el instante de mayor "iluminación espiritual del mundo". A continuación, te explicamos cómo aprender a hacer los rituales para curarlo y protegerse de la ojeadura.

Ritual para curar el mal de ojo

1. Tomás un plato y, mientras haces tres cruces, decís el nombre de la persona que está sufriendo el mal de ojo.
2. Después, tirás 9 gotas de aceite en un plato con agua mientras rezás el Ave María. Si las gotas se abren, es porque la persona, efectivamente, estaba ojeada. Si no se abren, significa que estaba a salvo.

Lo importante es saber que, si alguien te pide que le cures el mal de ojo, no podés negarte, ya que perderías el don.

Ritual de protección del mal de ojo

1. Tomá un diente de ajo y envolvelo en un pañuelo rojo.
2. Sostenelo entre tus manos y cerrá los ojos.
3. Visualizá una luz blanca y brillante, creando un escudo de protección a tu alrededor.
4. Decí en voz alta: "Con este ajo me protejo de la envidia y el mal de ojo. Soy fuerte y estoy rodeado de amor y positividad".

Al terminar el ritual, guardá el pañuelo con el ajo en un lugar seguro y cerca tuyo, como, por ejemplo, un cajón cercano a tu cama.