Con los frascos de café que siempre tirás, creá esta maravillosa idea para decorar tu cocina sin gastar un peso

El café es uno de los productos que puede venir en diferentes presentaciones, de acuerdo a la forma que prefiera cada marca de preservarlo. Entre las más populares está el paquete sellado al vacío o los envases de vidrio, pero también existe una versión de frasco de café hecha de cartón resistente, que se usa con frecuencia para guardar café molido o en grano, que es más fácil de usar, debido a que solo tiene una tapa.

Gracias a ese formato, este frasco de café se ha convertido en una gran opción para hacer decoraciones en la casa sin tener que invertir demasiado dinero, ya que todos es un material que puede ser reciclado. Además, es una práctica forma de personalizar el diseño para que combine con cualquier espacio.

Los materiales para reciclar el frasco de café son:

• 1 frasco de café con tapa;
• retazo de tela con el diseño de su preferencia;
• silicón líquido; 
• pintura blanca.

Lo primero que se debe hacer es limpiar bien la superficie del frasco de café, en caso de que tenga pedazos de etiquetas levantados o suciedad acumulada. Una vez que esté limpio, se puede pintar con una base de un tono neutro, en este caso blanco. Se debe agregar la cantidad de pintura necesaria para cubrir bien el frasco.

Este mismo paso se debe repetir en la tapa. Cuando esté todo bien seco, se coloca el trozo de tela en una superficie plana y se usa el frasco para medir el largo. Luego, se corta una parte para cubrir todo el exterior. La tela puede tener cualquier diseño y textura.

El resto de la tela se debe utilizar para cubrir la tapa, que incluso puede llegar a los bordes para tener un acabado más prolijo. Opcionalmente, se puede añadir un pedazo de tira o un minicartel para personalizar el recipiente. De esta manera, estará listo para ayudar a mantener el orden en cualquier espacio.