CÉSPED

Qué tipo de césped tenés que poner en tu jardín según su uso y cómo cuidarlo para que no se seque

Elegí el tipo de pasto más adecuado y disfrutá de un jardín verde.
miércoles, 4 de diciembre de 2024 · 13:49

Si soñás con tener un jardín cubierto no solo de plantas y árboles, sino también de un césped impecable, tupido y con un color vibrante, entonces seguí con la lectura, porque en esta nota te vamos a mostrar algunas de las distintas variedades de pasto que existen y cuándo es recomendable utilizar cada una. Elegir el tipo adecuado de césped no solo depende de factores estéticos, sino también de las condiciones climáticas y el uso que le vayas a dar a tu patio. Además, te daremos algunos consejos prácticos sobre cómo cuidar tu pasto para que mantenga su verdor durante todo el año y evitar que se seque o se deterioren las raíces.

Algunas de las variedades de césped que podés considerar para plantar en el jardín de tu hogar son:

  • Bermuda: esta grama se caracteriza por producir un césped de hojas finas, con un color verde medio oscuro, denso y muy resistente. Es una opción adaptable a una amplia variedad de suelos y climas. Sobresale por su excelente tolerancia al pisoteo, la sequía y la salinidad, lo que la convierte en una alternativa ideal para jardines con alto tránsito. Además, resiste temperaturas bajas al entrar en un estado de hibernación durante el invierno, momento en el cual sus hojas adquieren tonalidades tierra. Por estas razones, es una de las variedades más utilizadas, especialmente en jardines públicos y terrenos deportivos.
El césped bermuda es una elección segura.
  • Gramón: es una hierba perenne que se distingue por su resistencia, exuberancia y atractivo color verde oscuro. Este césped se adapta especialmente bien a las zonas costeras debido a su alta tolerancia a la salinidad y a los suelos arenosos. Además, es ideal para áreas con sombra, ya que puede crecer y mantenerse saludable incluso con poca exposición solar directa. Otra de sus ventajas es su capacidad para resistir el pisoteo y su bajo requerimiento de mantenimiento, ya que necesita menos riegos y podas en comparación con otras variedades.
El gramón es el indicado si tenés mascotas y niños.
  • Agrostis: esta especie de césped se destaca por su capacidad de adaptarse a cortes muy bajos debido a su hábito de crecimiento rastrero, lo que la convierte en la elección ideal para los greens de los campos de golf y otros terrenos deportivos que requieren superficies perfectamente niveladas. Sus hojas son finas, de un verde intenso, y ofrecen una cobertura densa y uniforme, lo que proporciona un aspecto impecable. Sin embargo, requiere un mantenimiento intensivo, que incluye riegos frecuentes, fertilización constante y un sistema de drenaje eficiente, lo que incrementa el esfuerzo y los costos asociados a su cuidado. Por estas razones, no es una opción muy recomendada para jardines residenciales.
El césped agrostis forma una carpeta muy vistosa.
  • Festuca: es una de las variedades de césped más versátiles y resistentes, lo que la convierte en una opción popular tanto para jardines residenciales como para áreas deportivas y parques. Es conocida por su capacidad para adaptarse a diversas condiciones climáticas y tipos de suelo, incluso aquellos con baja fertilidad. Además de ser tolerante al pisoteo intenso, esta especie muestra una notable resistencia al estrés hídrico, lo que la hace ideal para regiones con periodos prolongados de sequía. Otra de sus ventajas es su capacidad para resistir el ataque de insectos y enfermedades fúngicas. Aunque su germinación y establecimiento son rápidos, no alcanzan la velocidad del Ray-grass inglés. Es ideal para climas templados y fríos, y mantiene un color verde intenso durante la mayor parte del año, especialmente si recibe fertilización periódica.
La festuca se puede combinar con otras variedades para realzar colores.
  • Ray-grass inglés: es un césped de hoja fina y textura suave que se caracteriza por su crecimiento rápido, lo que permite cubrir superficies en poco tiempo. Es ideal para zonas con climas frescos y húmedos, ya que no tolera bien temperaturas extremadamente altas o sequías prolongadas. Sin embargo, es muy resistente al pisoteo, lo que lo convierte en una opción preferida para jardines familiares, áreas de juegos y campos deportivos. Es una excelente opción para mezclas con otras especies de césped, ya que complementa y mejora la densidad del mismo. Por otro lado, requiere un mantenimiento frecuente.
El color del Ray-grass inglés no pasa desapercibido.

Más allá de la variedad de césped que elijas para tu jardín y de los cuidados específicos que cada tipo requiere, existen algunos consejos generales que te ayudarán a mantener el pasto en perfecto estado durante todo el verano. A continuación, te presentamos los factores clave que no podés pasar por alto.

 

Cómo cuidar el césped

  • Riego: es esencial realizar esta tarea de manera adecuada para evitar que la hierba se seque, mantenerla en óptimas condiciones y, al mismo tiempo, ahorrar agua de forma responsable. Para regar deben considerarse aspectos como la calidad del suelo, la variedad de césped y la técnica de corte utilizada. Estos factores no solo influyen en la salud del pasto, sino también en el consumo de agua.
Más allá de que hay variedades de césped que toleran la sequía, el agua es fundamental para su desarrollo.
  • Siega y frecuencia de corte: en verano, la siega del césped es fundamental para mantenerlo en buen estado, ya que la forma en que se corta influye directamente en su salud y en la cantidad de agua que necesitará. Es importante no cortarlo demasiado bajo, ya que esto reduce la superficie foliar, lo que dificulta la fotosíntesis y debilita el pasto. Además, unas raíces más superficiales pueden favorecer la aparición de enfermedades y malezas. La altura ideal en esta estación debe ser de entre 5 y 7 cm. La frecuencia de corte dependerá del ritmo de crecimiento. Si crece rápidamente, será necesario segarlo más seguido. Aplicá la regla de 1/3: no dejes que la altura supere un tercio de la medida recomendada. Si esto ocurre, evitá cortarlo todo de una vez; es preferible hacerlo en varias etapas para minimizar el impacto en la hierba.

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