5 plantas que se cuidan solas, se llenan de flores y atraen cientos de mariposas a tu jardín

Los lepidópteros son un orden de insectos holometábolos, casi siempre voladores, llamados comúnmente como mariposas; las más conocidas son las mariposas diurnas, pero la mayoría de las especies son nocturnas (polillas, esfinges, pavones, entre otras). Más allá de que algunas especies se consideran una plaga, hay otras que cumplen el papel de polinizadoras de plantas y cultivos.

En el caso de las mariposas polinizadoras cumplen una importante función en el ecosistema, no solo consiguen mejorar todo el medio ambiente para la vida silvestre, sino también son imprescindibles para indicar la calidad y la salud ambiental. De hecho, científicos y ecologistas utilizan estos organismos con dos pares de alas para estudiar el impacto de la pérdida o fragmentación del hábitat, así como el cambio climático actual. Por otro lado, son un elemento muy importante en las cadenas tróficas y resultan esenciales para muchas especies de aves, murciélagos y mamíferos insectívoros. Estos insectos voladores actúan como controladores naturales de las plagas. Asimismo, muchas plantas, predadores y parásitos dependen de la presencia de estos bichos coloridos.

Además del importante rol que juegan las mariposas en la mejora de la biodiversidad, estos insectos polinizadores llenan de vida y color los jardines. Hay varias plantas que facilitan la aparición de estos organismos. Algunas de ellas son: malvavisco salmón, verbena morada, margarita punzó, entre otras.

Malvavisco salmón

Esta especie es un arbusto perenne, cubierto de pelos estrellados en todos sus órganos, de 0, 6 a 1,30 cm de altura. Suele crecer a orillas de caminos y vías, en montes, acequias, ríos u otros lugares similares. Florece en primavera y sus flores son de color blanco o ligeramente rosadas. Esta planta atrae insectos polinizadores, entre ellos, a las mariposas. Prefiere los suelos fértiles, húmedos y bien drenados a pleno sol, aunque tolera también otros ambientes.

Verbena morada

Es una planta herbácea, perenne, rastrera, con tallos tendidos. Tiene una flores muy vistosas y coloridas que van desde el color blanco-liláceo al violeta. Crece en campos sin cultivar, a los costados de los caminos y en los jardines. Es originaria de la región pampeana de Argentina. El cuidado de esta especie es muy simple, puede florecer todo el año, es muy adaptable y resistente. Necesita mucha luz, pero hay que evitar el sol directo en las horas de más calor. El sustrato debe ser ligero y con un buen sistema de drenaje. Solo se debe regar cuando la tierra esté seca. Este género de arbustos son grandes captadores de insectos polinizadores.

Margarita punzó

Es una planta herbácea, rastrera, con tallos tendidos. Las flores son de color rojo intenso muy vistoso. Es una especie originaria de Sudamérica, crece en pastizales y a los costados de los caminos, pero debido a su belleza se la cultiva de modo ornamental. Estos pequeños arbustos silvestres requieren de muy poca fertilización, pero sí de un buen drenaje. El sustrato debe estar compuesto por arena, perlitas o gravas para facilitar un mejor desarrollo. A su vez, les gusta la luz, por lo que deben estar expuesta a la luz solar por al menos unas 4 horas diarias. Las margaritas necesitan de un riego frecuente, pero sin excesos. Los encharcamientos de agua pueden generar la pudrición de las raíces.

Otras plantas que atraen mariposas, abejas y otros insectos polinizadores son el lirio silvestre, asclepia mellodora, Zinnia elegans, tagete y muchas más.