ALBAHACA

El secreto para que tu planta de albahaca ya no se seque y esté rozagante y linda todo el año

Aquí te contamos una serie de consejos útiles para cuidar de manera óptima esta hierba aromática.
miércoles, 8 de mayo de 2024 · 11:08

La albahaca es una de las plantas aromáticas más comunes y populares utilizadas en la gastronomía. Tener esta especie en la casa nos proporcionará de un ingrediente ideal para darle más sabor y perfume a nuestras comidas. Ocimum basilicum es una hierba anual de la familia de las lamiáceas, originaria de las zonas tropicales de África Central y el sudeste asiático. Este género de planta, que se cultiva desde hace milenios, es de crecimiento bajo con hojas verdes, ovales, dentadas y de textura sedosa. Cuenta con flores tubulares de color blanco o violáceo.

Aprendé a cuidar la albahaca de la mejor manera.

Esta hierba aromática puede consumirse fresca o seca y se utiliza para hacer diversos platos, tales como sopas, salsas (la más famosa es el pesto), ensaladas, en forma de aderezo, entre otras opciones. El uso culinario que se le puede dar a la albahaca es tan variado que lo mejor que se puede hacer es cultivar esta planta en el jardín de casa o en una maceta, en caso de no tener tanto lugar.

Hay distintos tipos de especies de albahaca.

Esta planta tropical es muy fácil de cultivar y no requiere de mucho mantenimiento, solo hay que tener en consideración una serie de factores para que crezca y se desarrolle de forma óptima y saludable. Más allá de estos cuidados, hay un secreto especial para que esta hierba comestible te dure todo el año sin secarse ni marchitarse. Y lo mejor de todo es que no se debe ser un experto en jardinería para llevar a cabo este consejo.

 

Cuidados de la albahaca

Tomá en cuenta estos consejos para cuidar tu albahaca y disfrutá del sabor y perfume de esta hierba aromática todo el año. Los factores a tener en cuenta son: luz, temperatura, sustrato, riego y poda, esta última resulta fundamental y es uno de los grandes secretos para que no se seque.

  • Luz: es una planta que requiere de mucha luminosidad, por eso, en caso de cultivarla en el interior, lo mejor es ubicarla en un ambiente con bastante luz natural. Asimismo, esta especie soporta bien una zona de semisombra, sobre todo en climas muy cálidos, donde puede llegar a sufrir graves consecuencias si se encuentra expuesta a los rayos solares durante las horas más calurosas.
  • Temperatura: al ser originaria de climas tropicales, esta hierba no tolera las temperaturas bajas ni las heladas. Lo mejor es protegerla contra esta situación y también contra los vientos fuertes.
La poda es un factor clave para la vitalidad de la planta.
  • Sustrato y riego: necesita una tierra rica en humus y con buen drenaje. Esta debe estar siempre húmeda, pero sin encharcamientos, ya que no tolera los excesos. Lo ideal es regarla a diario o, al menos, varias veces a la semana.
  • Poda: cada 15 días se debe podar la planta para darle más vitalidad y energía. Para realizar este procedimiento hay que cortar los tallos por encima del nudo. Nunca hay que cortar hojas sueltas porque lo que se logra con esto es debilitar la hierba aromática. Además, al hacerlo de esta manera, por debajo del capullo floral, se obliga al pequeño arbusto a vegetar de nuevo y, por tanto, a continuar con su crecimiento. Mientras que, si se le deja florecer sin podarla, se secará y acabará muriéndose. Para prolongar su ciclo de vida hay que repetir esta acción sí o sí.