No compres más colágeno en la farmacia y preparalo en casa de forma fácil y con pocos ingredientes

El colágeno es la proteína estructural más abundante del cuerpo y posee una estructura fibrosa conformada por tres cadenas de aminoácidos compuestas por aminoácidos glicina, prolina e hidroxiprolina. Este prótido ayuda a formar una red fibrosa de células llamadas fibroblastos, que secretan colágeno, por lo que contribuyen a mantener la estructura de los tejidos y a la formación de los tejidos conectivos.

El cuerpo humano tiene la capacidad de sintetizar el colágeno a partir de la proteína que proviene de los alimentos que se consumen en la dieta diaria. Sin embargo, a partir de los 25 años, los niveles de colágeno empiezan a disminuir entre un 1 % y un 2% de manera anual. Es decir, a medida que envejecemos, esta proteína existente en nuestro cuerpo se empieza a degradar y se vuelve más difícil para el cuerpo sintetizarlo. Es en este momento cuando empiezan a notarse los primeros síntomas de daño en los tejidos y se comienza a observar una pérdida de volumen facial. Además, el grosor, la firmeza y la elasticidad de la piel también se ven afectadas.

Es por esto que, para estimular los procesos de renovación celular, reactivar su producción y evitar la aparición de arrugas a temprana edad, se necesita un aporte extra de colágeno. Esta proteína no solo es beneficiosa para la dermis, sino que también contribuye a fortalecer las articulaciones, huesos y músculos. En el mercado se pueden adquirir distintos productos que tienen como compuesto principal este prótido, pero, también, hay una manera de prepararlo casero con una serie de ingredientes y de forma sencilla.

Cómo preparar colágeno en tu casa

Una manera natural de incrementar el colágeno es mantener un estilo de vida saludable y activo: lo ideal es combinar alimentación sana y equilibrada con actividad física, reducir el consumo de alcohol y no fumar.  A continuación, tomá nota del paso a paso para preparar esta proteína de manera casera.

Ingredientes

• 1/2 taza de semillas de girasol (120 g)
• 1/4 taza de semillas de zapallo (60 g)
• 1/4 taza de semillas de lino (60 g)
• 1/4 taza de semillas de sésamo (60 g)
• 1/4 taza de semillas de chía (60 g)
• 45 g de cúrcuma
• 45 g de levadura nutricional
• pimienta
• 1 medida de vitamina C (se consigue en farmacias o dietéticas).

Elaboración

1. Procesar todas las semillas.
2. Colocar las semillas procesadas en un frasco con tapa y añadir cúrcuma, pimienta, levadura nutricional, vitamina C. Integrar todo. Conservar en la heladera (tiene una vida útil de hasta una semana).

Consumir una cucharada sopera en tus comidas diarias. Si querés que la preparación sea dulce en vez de salada, hay que reemplazar la cúrcuma y la pimienta por cacao amargo y canela en polvo.