Si tu heladera se puso vieja y amarilla, no desesperes: el truco para que luzca como nueva y con toda la onda

La heladera es la estrella de la cocina y el electrodoméstico más usado, ya que conserva nuestros alimentos y es indispensable para el funcionamiento de una casa. Además, puede convertirse en un accesorio decorativo si sabemos elegir cuál es el que más nos conviene.

En estos momentos de suma crisis a nivel nacional, las heladeras están bastante costosas, por eso no todos pueden darse el lujo de elegir y pagar una nueva, gigante y que se adapte a la decoración del ambiente de tu cocina. Igualmente, podés ponerte manos a la obra.

La heladera puede convertirse en uno de los objetos más fáciles de rediseñar, solo necesitás algunos elementos y poner tu creatividad a volar para cambiar este clásico electrodoméstico y convertirlo en algo mucho más moderno, y con otra cara para que se adapte a tus otros muebles.

Una buena idea es pintarla de un color que te quede mejor. Está muy de moda el negro para la decoración de la casa en general y podrías optar por darle este nuevo estilo. Lo primero que tendrías que hacer en ese caso es limpiar muy bien la heladera con un desengrasante.

Cerciorate de que no tenga el plástico que suele cubrirlas cuando recién las comprás. En ese caso, va a ser mejor que lo retires y utilices una buena cantidad de alcohol para que no quede pegajoso por ningún lado. Para que la pintura se adhiera, es necesario que esté muy limpia.

Después tenés que conseguir una pintura negra a la tiza. Con la ayuda de un pincel, le vas a dar la primer mano. Cuando se sequé, lijá levemente y pasale una segunda mano. La última mano de pintura deberías dársela con rodillo para que quede más prolijo. Para finalizar, agregá un barniz diluyente en agua que le va a dar un buen toque. Vas a ver cómo cambia completamente el estilo de tu cocina.