El secreto de la abuela para aclarar los tomacorrientes y dejarlos como nuevos y sin manchas amarillas

A la hora de hacer la limpieza, los detalles son igual de importantes que el piso, la cocina y los muebles. Entre todas las cosas a las que hay que prestarle atención a una casa, a veces nos olvidamos de los elementos pequeños como los tomacorrientes. El polvo y el uso diario los ensucian tanto como cualquier otra superficie.

Los enchufes de tu casa también merecen que les prestes atención, sobre todo porque con el paso del tiempo pueden tomar un color amarillo bastante feo, algo común en las casas muy antiguas. Por suerte, hay sanos consejos de abuelas que pueden ayudarte a que tu casa se vea más linda.

Para evitar que lleguen a este punto, procura siempre pasar un trapo por los tomacorrientes y mantenerlos libres de polvo y mugre. Sin embargo, los rayos solares y el paso del tiempo terminarán por afectarlos, haciendo que un día ya no luzcan tan blancos como antes, sino más bien de un tono amarillento o anaranjado.

Para cambiar el aspecto de estos elementos, lo primero que vas a hacer es destornillar con mucho cuidado el esqueleto del enchufe. Si no te sientes seguro o si podría ser peligroso, desconecta la alimentación eléctrica por un momento para mayor seguridad. Luego podrás proceder a limpiarlo.

Por otro lado, en un recipiente vas a agregar agua oxigenada en crema de 30 volúmenes. Con la ayuda de un pincel limpio, pintá todo alrededor del tomacorriente, hasta que quede cubierto por la pasta. Cortá también un buen trozo de papel film y cubrilo bien por todos lados.

Dejalo reposar y secar en el exterior de tu casa durante al menos 24 horas. Pasado ese tiempo, vas a ver que la pasta se ha hinchado un poco. Retirá el film y enjuagá con agua; también podés usar un trapo húmedo. Después, solo queda secarlo bien y volver a atornillarlo. Notarás la increíble diferencia.