Toallas
Seguro no lo sabías: el mejor truco para lavar tus toallas en invierno y dejarlas como recién estrenadas
Tomá nota de estos consejos.Lavar y secar toallas durante el invierno puede ser un desafío debido a la humedad y la falta de calor solar. Sin embargo, hay varias técnicas que te pueden ayudar a mantener las toallas frescas y secas. La clave, sin lugar a dudas, está en el proceso de secado y existen algunos trucos útiles que pueden hacer una gran diferencia.
Primero, es importante lavar las toallas por separado y con agua caliente, para eliminar bacterias y acumulación de suciedad. Se recomienda usar un detergente suave y evitar el uso excesivo de suavizante, ya que puede reducir la capacidad de absorción de las toallas.

Para el secado, si no se dispone de una secadora, se puede optar por colocar las toallas en un área bien ventilada de la casa, cerca de una fuente de calor, como un radiador, pero sin obstruir la salida del calor. También es útil sacudir las toallas antes de tenderlas para esponjar las fibras y facilitar el secado.

En días soleados, aunque sea frío, aprovechá las horas de sol para secar al aire libre también es una buena opción. Además, para evitar el olor a humedad, es crucial asegurarse de que las toallas estén completamente secas antes de doblarlas y guardarlas.
Evitá colocar las toallas sobre los radiadores directamente, ya que esto puede bloquear la salida de calor y causar condensación, dejando las toallas duras y menos absorbentes. En su lugar, colocá el tendedero cerca de una fuente de calor para acelerar el secado sin comprometer la calidad de tus toallas. Si es necesario, se pueden utilizar bolsitas de sal o arroz dentro de los armarios, para absorber la humedad residual y conservar las toallas frescas. Siguiendo estos consejos, podés lograr que las toallas se mantengan suaves, limpias y libres de olores desagradables, incluso durante los meses más fríos del año.

Un dato más que te puede ayudar en la conservación y el buen orden de tus toallas es cómo doblarlas. Una primera opción es extender la toalla, después doblá a la mitad, doblá los extremos al centro y finalmente en tercios. Si introducís uno de estos extremos dentro del otro, como si fuera un bolsillo, tenés una segunda opción para doblar tus toallas.

Por último, vas a extender la toalla, luego llevá un extremo al centro de la toalla, doblá a la mitad y enrollá como si fuera un pionono. Solo resta que este extremo que quedó por fuera se enganche con el rollo de toalla, de manera que quede firme.

Sin lugar a dudas, son muchas las pautas que tenés que tener en cuenta a la hora de lavar, secar y guardar tus toallas, lo cierto es que esto va a permitir que tengan mejor durabilidad y sobre todo que siempre huelan rico, sin importar en qué época del año estés.