El truco definitivo para limpiar la heladera si querés que dure más y funcione correctamente

La heladera puede ser uno de los elementos más complicados de limpiar, debido a que tiene muchas partes que son necesarias retirar para asear por separado. Además, es una área en la que siempre hay manchas de comida o en la que se debe evitar la propagación de malos olores para evitar que se dañen o contaminen los alimentos. 

Por eso, los expertos en limpieza aseguran que existen métodos muy efectivos para mantener en buen estado este electrodoméstico. Además, estos consejos son perfectos para aquellos que comienzan a independizarse y deciden vivir solos. Este método de limpieza en la heladera es recomendable aplicarlo, al menos, una vez al mes.

Paso a paso para limpiar la heladera

Lo primero que se debe hacer es desconectar la heladera y comenzar a retirar los alimentos que se conservan allí y todas sus partes, incluyendo rejillas o vidrios separadores. Luego, se prepara un producto de limpieza casero con medio litro de agua, a la que se le agrega una cucharada de bicarbonato de sodio y media cucharada de jabón lavaplatos.

Con ayuda de una esponja de cocina se restriega bien todos los elementos con la preparación. Es importante hacerlo con este utensilio para evitar rayar los gabinetes y separadores. Este truco de limpieza hará que queden sin manchas y blancos. Una vez esté todo limpio, se enjuaga con suficiente agua y se deja secar.

Mientras tanto, se usa el mismo líquido para limpiar el interior de la heladera. Esta vez, solo hay que tener en cuenta que no se debe agregar mucho producto para evitar causar daño en el equipo. Por eso, es importante secar bien con un paño.

Cuando esté listo, se vuelven a colocar los gabinetes y separadores y se deja abierta la heladera por unos 20 minutos para que se airee y termine de secar. Luego, se esperan dos horas para volver a conectarla. En ese momento se puede limpiar el exterior de las puertas.

Para ello se puede usar la misma preparación, pero esta vez se aplica con un paño de microfibra, el cual no dejará pelusas en la superficie. Una vez finalizado este paso, se puede volver a colocar los alimentos, desechar los malos y acomodar el resto de manera ordenada.