No tires las cáscaras de las paltas: así de valiosas son para tu cuidado personal y el de tu jardín

Las paltas son exquisitas y muchos las consumimos en casa, especialmente en esta época en que están un poco más accesibles que en otras estaciones del año. Sirven para untar las tostadas en el desayuno o la merienda, acompañar una ensalada o comerlas en una picada con pan.

Seguramente, usás solo la pulpa de la palta y desechás las cáscaras y las semillas. Posiblemente no sabías que con estas partes de la misma fruta se pueden obtener varios beneficios. Sirven para muchos usos cosméticos y también para trucos caseros, e incluso para limpieza. No te imaginás todo lo que podés hacer con ellas.

Las cáscaras de la palta son un abono ideal para tus plantas, ya que son ricas en nutrientes como potasio, calcio y magnesio. Podés triturarlas y mezclarlas con otros restos orgánicos para crear un abono rico en nutrientes para tu jardín. Además, los usos cosméticos de la palta también sirven.

Por ejemplo, podés hacer un bálsamo labial casero. Simplemente tenés que moler la cáscara y mezclar con una cantidad igual de aceite de coco y crema de karité. Aplicá esta mezcla todas las noches antes de dormir y vas a notar una gran diferencia tanto en apariencia como en la textura de tus labios.

Otra opción para usar las cáscaras de la palta es como un exfoliante natural. La cáscara molida es un excelente truco de belleza para tu rostro. Probá mezclándolas con un poco de miel y aplicalo en tu cara para eliminar las células muertas y dejar la piel suave y radiante.

En cuanto a trucos de limpieza, las cáscaras de esta fruta sirven como un eliminador de manchas, sobre todo en los utensilios de cocina y electrodomésticos. No vas a creer lo fácil que es: solo tenés que frotar un poco de la cáscara, desde la parte de adentro, sobre la mancha, y después pasar un trapo. El resultado es impactante.