Cáscaras de huevo
No tires las cáscaras de huevo: prepará el tratamiento más fácil de belleza y sin gastar fortuna en cremas
Una solución casera y efectiva.Hay muchos elementos de la naturaleza que pueden servir para productos de belleza. De hecho, podés hacerlos en casa en simples pasos y sin ningún conservante o químico. Justamente, muchos de los cosméticos que usás tienen elementos que están presentes también en los alimentos que consumís.
Dos de los que más se repiten, tanto para el crecimiento saludable del pelo como para el embellecimiento y regeneración de la piel, son el colágeno y el calcio. Estos nutrientes están presentes en las cáscaras de huevo, que normalmente van a parar a la basura porque no se consumen.
Normalmente, comemos el huevo y tiramos la cáscara, ya que consideramos que no nos sirve o que no hay forma de consumirla. Aunque sola sería difícil de masticar y tragar, existen varios procesos que pueden ayudarnos a incorporar las cáscaras de huevo y absorber todo lo que tienen para aportarnos.
Hacer polvo este elemento es una buena manera de encontrar la forma de consumirlas. Cada vez que consumas huevos, vas a guardar el caparazón y lo vas a poner a secar al sol para que se absorba toda la humedad. Es fundamental dejar la membrana que tienen en su interior.
Una vez que las cáscaras de huevo estén secas, colocalas en el vaso de una licuadora y tritúralas hasta que se conviertan en polvo. Debe quedar muy fino. Para que sea más fácil, podés usar un colador después, así solo te quedará el polvo.
Podés agregarlo sin ningún problema a las ensaladas y algunas preparaciones, ya que es rico en calcio y colágeno. Otra buena oportunidad es usarlo para la piel, mezclalo con aceite de oliva o de coco, dejalo humectar unos minutos y después pasalo por el cuerpo como si fuera una crema humectante.