Plantas: el trucazo para regar tus suculentas en pocos minutos y sin dañar sus hojas

Las suculentas son plantas muy queridas tanto por los amantes de la jardinería como por aquellas personas a quienes les gusta tener un jardín vistoso y lleno de vida, pero que no poseen un amplio conocimiento en la materia. Es que las crasas no solo son llamativas, sino que también son muy fáciles de cuidar y mantener.

Estas especies soportan cualquier tipo de clima y temperatura, y gracias a la capacidad que tienen sus hojas carnosas de almacenar agua, pueden pasar largos periodos de sequía. Además, aunque las suculentas necesitan luz y un suelo nutritivo, tienen la habilidad de crecer y desarrollarse en tierras pobres de minerales y nutrientes, así como de ser cultivadas en lugares con sol, semisombra o sombra.

Sin embargo, que las suculentas sean sencillas de cuidar no significa que se deba descuidar su mantenimiento. Uno de los errores más comunes que se comenten con las crasas ocurre durante el riego. Estas plantas no toleran los encharcamientos ni la humedad excesiva, por lo que es fundamental que el lugar donde estén cultivadas cuente con un drenaje óptimo. Asimismo, no requieren de un riego frecuente. El exceso de agua puede provocar la pudrición de las raíces. Por último, al momento de la irrigación, es importante evitar que las hojas se mojen.

Todas estas situaciones mencionadas pueden provocar la aparición de distintos hongos, una enfermedad muy común en las suculentas. Estas infecciones son una de las principales causas de muerte de las crasas. La buena noticia es que, si se detecta a tiempo, se pueden salvar las plantas. Para evitar llegar a esta situación, lo mejor es regarlas de manera adecuada. A continuación, aprenderás un excelente método de riego para no fallar en el intento.

Cómo regar las suculentas

Las suculentas solo se deben regar cuando el sustrato está seco. En caso que estén cultivadas en maceta, recordá revisar cada tanto el drenaje, ya que a menudo puede obstruirse y resultar perjudicial para la salud de las plantas. Una vez que tenés todo bajo control, llega el momento del riego. Para evitar que las hojas se mojen, seguí esta técnica eficaz e infalible: colocar todas las crasas y cactus en un recipiente con agua. El agua debe llegar hasta la mitad de las macetas.

Dejar las plantas unos 5 minutos y los cactus por una hora. De esta manera, las especies absorberán la cantidad que necesitan de agua para hidratarse. Repetir este proceso cada diez días o cuando sea imprescindible. Con este simple método, te olvidarás de los hongos en tus cultivos.