La mejor manera de abonar tus plantas en invierno y que se mantengan sanas y rozagantes

Es cierto que son diversas las plantas que fácilmente podemos incorporar a nuestro jardín, balcón, patio o terraza dependiendo del espacio con el que contemos y, además de nuestras preferencias, los cuidados que podamos brindarles a cada ejemplar.

En este sentido, es posible elegir un sinfín de opciones teniendo en cuenta todas estas cuestiones, pero tenemos que destacar un punto clave a considerar y que tiene que ver con los factores climáticos.

Particularmente, la llegada de la temporada invernal puede generar ciertas dificultades o problemas en el desarrollo y crecimiento normal de distintos tipos de plantas, por lo que siempre resultará fundamental tomar determinadas precauciones para evitar así un daño irreversible en cada una de ellas.

En esta oportunidad, queremos destacar un paso clave para hacer que nuestras plantas se vean espléndidas, sanas y rozagantes en todo momento, pero especialmente en el invierno, y que tiene que ver con el abono.

Al respecto, el sitio “Kiriko” remarca que el abono que se le añade a una planta en la época más fría del año no tiene como finalidad que esta crezca, sino que, en realidad, el objetivo es “que puedan seguir almacenando energía y alimento. Este almacenamiento de reservas es importante ya que de no tenerlas le costaría mucho más salir de la hibernación a la que se somete en invierno”.

Al momento de decidir qué abono brindarles a nuestras plantas, tenemos que tener en cuenta que este puede ser de dos tipos, según destaca esta fuente: por un lado, el mineral, cuyos componentes se extraen de la tierra, como los obtenidos de minas o volcanes; mientras que el segundo es orgánico, con materia que sufrió un cierto proceso de descomposición.

En caso de que se trate de plantas que soportan climas fríos, lo recomendable es añadir una vez al mes entre 2 y 5 centímetros de abono orgánico. Por el contrario, si las plantas experimentan dificultades durante esta época, es el abono mineral el que debe colocarse en una cucharada y también al menos de forma mensual.