Los trucos de la abuela para que tu planta Cuna de Moisés florezca y tenga las hojas sanas

La Spathiphyllum, más conocida como Cuna de Moisés, es una de las plantas más elegidas para interiores. Pertenece a la familia Araceae. Crecen y se desarrollan muy bien en climas más bien tropicales y es una especie perenne herbácea con hojas grandes que miden entre 12 y 65 cm de largo y 3,25 cm de ancho.

Es una de las favoritas de la vida moderna, ya que se cree que tiene poderes energéticos que ayudan a limpiar los ambientes en donde las coloques. En espiritualidad, está completamente relacionada con la inocencia y la pureza tanto del alma como del entorno que la rodea.

A estas plantas hay que regarlas al menos unas dos veces a la semana, ya que el sustrato tiene que permanecer húmedo, aunque tampoco en exceso. En invierno, es necesario reducir la frecuencia del riego en comparación con la primavera y el verano. Además, necesitan luz indirecta.

Pero para que realmente la Cuna de Moisés desarrolle sus hermosas flores blancas tan características, hay que tomar algunos recaudos. En primer lugar, tendrías que ubicarla al lado de una puerta o de una ventana en tu casa para que reciba el brillo que realmente necesita.

Otro punto a tener en cuenta es que deberías tenerla en una maceta pequeña, ya que a las plantas tropicales les suele gustar tener las raíces apretadas. La proporción debería ser 70% planta y 30% maceta. Esto logrará que se concentre en desarrollar más flores y hojas que raíces.

También deberías preparar un abono rico en fósforo y potasio, sobre todo en temporada invernal. Tené en cuenta que necesitará una poda si, a pesar de tus esfuerzos, no está dando flores. Eliminá las hojas viejas y dañadas, o no se podrán desarrollar. Generá un leve estrés hídrico; esto hará que la planta crea que está muriendo y eso la hará producir flores para perpetuar la especie. Sin embargo, no exageres con esta técnica, o podrías dañar tu Cuna de Moisés.