El mejor truco de la abuela para guardar tu ropa blanca en el placard sin que se ponga amarilla

A la hora de cuidar nuestra ropa, podemos implementar una gran cantidad de productos específicos para cada prenda, como así también otros que pueden utilizarse en varias de ellas de manera conjunta, ya sea ropa blanca o de color.

En líneas generales, sabemos que resulta clave mantener y proteger nuestra ropa lavándola de manera diferencial, distinguiendo las prendas de color de aquellas blancas para evitar problemas.

Y si de ropa blanca en particular se trata, no solo resulta importante el lavado de la misma, sino también el método de guardado que implementamos para hacer que se vea siempre espléndida y libre de manchas, tal y como son esas manchas amarillas que pueden surgir con facilidad.

Si esto te ocurrió recientemente con algunas prendas, como así también con otras más delicadas, tal y como puede ser la ropa de tu bebé, tenés que saber que existe un modo sencillo de lograr que se vean como nuevas en todo momento.

En primer lugar, resulta fundamental no guardar ni la ropa blanca ni tampoco la ropa delicada como la de tu hijo con fundas plásticas, dado que ello podría crear humedad, lo que generaría a su vez que las prendas adquieran moho con el paso del tiempo.

¿A qué se debe esto último? Principalmente, a que las fundas plásticas lógicamente no son transpirables y, paulatinamente, ello puede afectar a todas nuestras prendas, pero más aún a la ropa blanca.

Por ende, existen dos opciones simples que pueden implementarse: en primer lugar, solo bastará lavar del modo habitual las prendas blancas o del bebé, con el jabón de uso frecuente o alguno específico para proteger las mismas, y simplemente guardarlas colocándolas en nuestro placard en perchas.

Por otra parte, puede llevarse el mismo procedimiento mencionado previamente, solo que con la diferencia de que, sobre las prendas blancas o las delicadas, se añada una funda transpirable de tela con cierre. Esto puede replicarse, con mayor razón aún, no solo en la ropa blanca, sino sobre todo en vestidos y trajes que se utilizan ocasionalmente. De este modo, lograrás proteger tus prendas y evitar daños en ellas.