PLANTAS
Prestá atención: cómo saber cuándo tenés que cambiar tus plantas de macetas
Ellas te darán señales que serás capaz de entender.Tener plantas no es una tarea sencilla, sobre todo cuando recién se comienza con el jardín propio, lo que representa todo un desafío para los principiantes. Y es que es un universo que tiene cierta complejidad, dado que hay que atender al riego, la exposición al sol y a la humedad, y el cuidado de los insectos, entre otros factores. Pero uno de los que suele pasar desapercibido es el momento en que se hace necesario un cambio de maceta.
Cuando se compra una especie nueva para el jardín, muchas veces viene en pequeñas macetas semiblandas que con el tiempo van quedando viejas y demasiado acotadas en espacio para nuestras plantas. Es algo que pasa de largo en ocasiones a nuestra atención porque vemos el crecimiento de las ramas, hojas y flores, pero donde se debe observar es en la zona inferior en la que se encuentran las raíces.
Ahí estará la señal que indicará que es necesario cambiar la maceta, dado que es posible que las raíces comiencen a romperla para crecer por fuera. En estos casos, lo ideal es comprar una maceta que sea un número más grande que la actual y lo siguiente será comenzar con la mudanza de la planta, para lo cual se necesitará de algunos trucos de jardinería.
En primer lugar, hay que agregar un piso de piedritas para beneficiar el drenaje. Luego, lo más conveniente es tener tierra preparada, la cual se puede comprar lista en cualquier negocio de jardinería o puede hacerse en casa con perlas, fibra de coco, turba y compost. También es el momento ideal para agregar algún abono, como puede ser el osmocote, que funcionará como fertilizante.
Una vez hecho esto, todo lo que quedará será mudar la planta a su nueva maceta y agregar el compost restante en los costados, de manera tal que quede bien asegurada. Hecho todo esto, lo único que habrá que hacer es encontrarle un lugar, que puede ser el mismo que ya tenía si cumplía las condiciones de sombra y luz solar, y esperar un tiempo antes de volver a regarla.