Dale otra oportunidad a tus toallas viejas y duras: con un truco casero podés dejarlas como recién estrenadas

Las toallas no pueden faltar en ninguna casa; son de uso diario y, por ende, también deberíamos lavarlas con mucho frecuencia. El único problema es que a veces tienden a ponerse más duras con el paso del tiempo. De hecho, si no son de tan buena calidad, eso pasará en pocas semanas.

Si no las tratás con cuidado, vas a correr el riesgo de que se pongan duras y tengan un aspecto feo. Esto se debe a una acumulación de minerales y detergente que se pega a los tejidos y las fibras, acartonándolas. Justamente, el agua tiene una gran responsabilidad en este proceso.

Hay zonas en las que el agua está mucho más llena de sarro, y eso se nota en las prendas y en las toallas. Por suerte, las abuelas siempre tuvieron los mejores consejos para que todas tus prendas de la casa se restauren y queden como nuevas en muy pocos pasos.

Sin gastar de más, podés hacer tu propia solución para lavar esta y otras prendas. Esta preparación te va a servir para eliminar los restos de humedad que pueden quedar y que, al final, causan un olor desagradable por la presencia de hongos y bacterias. No dejes que se acumulen en exceso

Lo primero que tenés que hacer es ponerlas en una palangana con agua tibia y vinagre. La proporción es una taza de vinagre por cada litro de agua. Dejá tus toallas ahí en remojo durante una hora y después las vas a lavar usando solamente jabón líquido o en polvo.

También vas a agregar una cucharadita de bicarbonato de sodio y programar el lavado en 40 grados centígrados. Una vez que hayan salido, las vas a secar en la sombra y no te olvides de darles la vuelta cada dos horas aproximadamente. De esta forma, las tendrás como nuevas.