La planta difícil de matar: es de interior o exterior, necesita poco riego y tiene hermosos colores

Todas las plantas tienen necesidades diferentes. Mientras que algunas son adecuadas para exterior, otras solo se desarrollan bien en interiores. Ciertas especies requieren una frecuencia de riego mayor, mientras que otras necesitan menos agua. Además, algunas plantas pueden cultivarse en sombra, semisombra o a plena luz solar. Hay cultivos que se adaptan mejor al frío y otros que solo soportan temperaturas cálidas, entre otros factores. Es importante considerar todas estas variables para asegurar el crecimiento saludable de cada tipo de planta. Sin embargo, también hay algunas vegetaciones que tienen la capacidad de adaptarse a cualquier situación, clima y ambiente.

Tal es el caso de la Schefflera arboricola, conocida como Cheflera o Chiflera, es una planta de la familia Araliaceae, nativa de las islas de Taiwán y Hainan, pertenecientes a la República de China y a la República Popular China respectivamente. Estas especies, también llamadas plantas pulpos o árbol paraguas enano, pueden alcanzar hasta 6 metros de altura. Se caracteriza por tener hojas palmeadas compuestas, color verde brillante por el haz y algo más claros y mate por el envés. A su vez, cada foliolo presenta una nervadura central que lo divide en dos mitades. Por su parte, las flores presentan una coloración que va desde el amarillo al verde.

Estas plantas, que producen raíces aéreas, son ideales para aquellas personas que no poseen tantos conocimientos en jardinería o que no cuentan con el tiempo suficiente para dedicarse a ellas. A continuación, encontrarás toda la información sobre la Schefflera. 

Cómo cuidar la Schefflera arboricola

Para que las plantas Scheffleras crezcan fuertes y sanas, se deben tener en cuenta los siguientes factores:

• Iluminación: esta planta tropical necesita de mucha luz, por lo que siempre hay que ubicarla en un sitio luminoso. Incluso, a diferencia de otras plantas de interior, tolera el sol directo en los meses de invierno.
• Riego: una de las razones por las cuales esta planta es difícil de matar es porque soporta tanto la falta de agua, como los excesos. Lo ideal es solo regar cuando el sustrato esté seco. Asimismo, debe contar con un buen drenaje. Por otro lado, debido a su origen requiere de un ambiente húmedo. Pulverizar las hojas cada tanto para proporcionar la humedad necesaria.
• Sustrato y abono: lo ideal es optar por un sustrato fértil que no se apelmace y drene correctamente. Se aconseja trasplantar anualmente la planta para proporcionar el espacio necesario para que se desarrolle óptimamente. Por otro lado, se debe abonar durante la época de crecimiento. Si en las hojas empiezan a aparecer manchas secas, dejar de fertilizar de inmediato.