Plantas
La milenaria planta curativa que podés cultivar en casa y con la que podés hacer una poderosa pomada para tu piel
Conoce cuál es la planta que puede ayudarte a proteger tu piel y cómo cultivarla.No hace falta ser un experto en jardinería para cultivar una planta que luego se puede convertir en una poderosa pomada para cuidar la piel. La naturaleza nos brinda soluciones sencillas y accesibles, como esta planta, que con un poco de dedicación, puede crecer en tu hogar. Además, es una excelente opción para quienes buscan remedios naturales y efectivos.
La Caléndula, una flor medicinal, es conocida por sus múltiples beneficios y facilidad de cultivo. Esta planta, con flores que varían entre tonos de amarillo y naranja, puede sembrarse fácilmente en primavera o verano, idealmente en semilleros. Esta especie vegetal requiere mantener la humedad y temperaturas del suelo entre 15 y 20 ºC, lo que asegura una germinación adecuada en tan solo 8-10 días.

Para trasplantar la Caléndula, se recomienda hacerlo cuando las temperaturas sean cálidas, utilizando un sustrato ligero. Este arbusto se adapta perfectamente a macetas o jardines, y su raíz prominente necesita recipientes de al menos 30 cm de profundidad. Una vez trasplantada, alcanzará una altura de 30-70 cm, dependiendo de si está en maceta o en el huerto.
Finalmente, tras cuidar tu planta, podrás aprovecharla para hacer una pomada natural. Los pétalos de la Caléndula, al ser transformados en oleato y combinados con cera de abeja y vitamina E, se convierten en una crema ideal para tratar pieles sensibles. Cultivar esta planta no solo embellece tu jardín, sino que también te brinda una solución natural y efectiva para cuidar tu piel.

Cómo hacer una pomada para tu piel con esta planta
Una vez que hayas cultivado tu planta de Caléndula, podés aprovechar sus propiedades para crear una pomada casera perfecta para el cuidado de la piel. Esta pomada, hecha con ingredientes naturales, es ideal para tratar irritaciones, quemaduras leves o simplemente hidratar y proteger la piel. Prepararla en casa es sencillo y solo necesitarás tres ingredientes claves: oleato de Caléndula, cera de abeja sin refinar y vitamina E.

El proceso es simple, pero requiere atención a los detalles. Primero, combiná 85 gramos de oleato de Caléndula (que podés hacer macerando los pétalos de la planta en aceite) con 14 gramos de cera de abeja amarilla sin refinar. Colocá ambos ingredientes en un recipiente resistente al calor y derretilos a baño María, asegurate de remover constantemente hasta que la cera esté completamente disuelta. Cuando la mezcla haya alcanzado los 40 grados, agregá entre 20 y 25 gotas de vitamina E, un potente antioxidante que ayudará a conservar la pomada y aportará beneficios adicionales a la piel.

Una vez mezclados todos los ingredientes, verté la pomada en un frasco limpio y dejá que se enfríe por completo antes de taparlo. Esta receta te proporcionará un bálsamo rico y nutritivo que podrás aplicar diariamente en las zonas de tu piel que necesiten hidratación o alivio. Gracias a la Caléndula, no solo estarás usando una solución natural, sino que estarás aprovechando todos los beneficios que esta planta tiene para ofrecer en su forma más pura y efectiva.