No tires tu viejo celular y transformalo en una cámara de seguridad con este sencillo truco

Cuando se habla de reciclaje, generalmente se hace mención de elementos del hogar que dejaron de cumplir su función principal y pueden transformarse en algo nuevo. Pocos se imaginan que ese grupo podría incluir a los celulares viejos que, habitualmente, se van directo a la basura cuando no sirven.

La tecnología creció tanto en cuanto a móviles que llegó la hora de conocer su vida útil después de haberlo dejado de lado por otro dispositivo más moderno. Increíblemente, con este truco, el que se puede volver indispensable para tu rutina es el celular desechado, ya que contará con la alternativa de funcionar como una cámara de seguridad que dejaría en resguardo tu hogar y a todas las personas que habitan en ella.

Lo primero que tenés que hacer es descargarte la aplicación de nombre Alfred Camera tanto en el teléfono nuevo como en el viejo. Los dos deben hacerlo a través de la misma cuenta, así queden sincronizados y puedan trabajar en tándem. Una vez que se cumple con ese paso, se elige en el antiguo la opción de transmitir cámara en vivo e inmediatamente lo que filme también se verá en el nuevo.

Lo único que resta es seleccionar bien el lugar donde queremos poner nuestra nueva cámara de seguridad casera y gratuita. Eso dependerá exclusivamente de la consideración del dueño del celular a partir de cómo cree que puede aportar más, pero es importante entender que es ideal para monitorear la puerta principal o el patio, en caso de que la vivienda tenga uno.

Consejos a tener en cuenta

Si bien es cierto que puede cumplir la función de vigilancia sin ningún problema, también hay que ser conscientes de los puntos desfavorables que pueden existir si no se consideran ciertos detalles. Si se decide poner al celular en exteriores, hay que hacerlo bajo alguna protección que lo resguarde de la lluvia o el clima extremo.

Además, debe colocarse en un espacio donde pueda estar estable y no correr el riesgo de caída ante el movimiento, menos si el aparato se dejó de usar porque ya tenía sus años. Por último, debe ser un lugar discreto, donde no quede expuesto a cualquier tipo de maltrato si ocurren imprevistos.