El ingrediente que siempre tenés en la cocina y que es un verdadero tesoro para tus plantas esta primavera

En el mundo de la jardinería, existen todo tipo de productos, tanto orgánicos como inorgánicos, que ayudan a potenciar el desarrollo y crecimiento de las plantas y árboles, además de colaborar en la nutrición de los sustratos. El abono se suele añadir cuando se necesita mejorar la fertilidad y la estructura del suelo, así como aumentar su capacidad de retención de agua y la actividad microbiana. Por otro lado, el fertilizante es fundamental para aportar nutrientes esenciales a los cultivos de manera rápida y concentrada.

Entre los productos orgánicos y naturales que son ideales para fertilizar las plantas y estimular su floración esta primavera, se encuentra uno preparado con un ingrediente que todos tenemos en la alacena de la cocina: la sal. Este alimento se convertirá en tu gran aliado para el cuidado óptimo del jardín. La ventaja de este remedio casero es que es muy fácil de realizar y sumamente económico, lo que lo convierte en una opción accesible para cualquiera.

Entre los beneficios que la sal aporta a las plantas se encuentran: ayuda a mejorar la absorción de nutrientes del suelo y a equilibrarlos, promoviendo un crecimiento saludable; fortalece sus tejidos y mejora su resistencia a enfermedades y plagas. Además, este ingrediente también contiene sodio y cloruro, elementos necesarios para el desarrollo de la vegetación. En suelos con baja concentración de potasio, el sodio puede sustituir este mineral, que es un nutriente clave para las especies.

Por supuesto, como ocurre con todos los fertilizantes, un exceso de este remedio casero puede resultar perjudicial tanto para las plantas como para el suelo. A continuación, descubrí cómo utilizar este producto natural y también cómo prepararlo.

Ingredientes

• 1 cucharada de sal (preferiblemente sal de Epsom o sal marina no refinada)
• 4 litros de agua

Cómo preparar un fertilizante con sal

1. En un recipiente grande, disolver la sal en los 4 litros de agua. Es importante que la sal se disuelva por completo antes de usar la mezcla.
2. Verter el preparado en una botella de spray o en un recipiente con tapa. Almacenar el producto en un lugar fresco y oscuro por varias semanas. Para plantas sensibles o suelos salinos, diluir la mezcla con más agua.
3. Rociar las hojas o la base con esta solución. Evitar saturar el suelo. Este fertilizante debe aplicarse una vez al mes.