El secreto que tenés que saber ya para ganarle a los atracones o ansiedad por la comida

Si sos de las que a veces sufre algún antojo de comida, sobre todo muy calórica y a cualquier hora del día, que se convierte en un atracón o sentís ansiedad por las comidas, esta nota te puede interesar porque te vamos a compartir unos puntos importantes que podés aplicar desde mañana mismo para mejorar tu alimentación. 

Escuchá a tu cuerpo

Aprendé a conocer tu organismo, más allá de si sos mujer u hombre y la edad que tengas, y a poder identificar distintas señales que te da para ver si realmente sentís hambre o sed, o si simplemente es un antojo emocional. El hambre físico suele aparecer de a poco, de forma gradual, mientras que la ansiedad por la comida aparece de manera repentina. Cuando estés pasando por este momento, esperá unos 10 minutos y preguntate si realmente estás con hambre o si es ansiedad. Podés respirar profundo y tomar un vaso de agua.

Planificá tus snacks y comidas

Te conviene comer de manera estructurada durante el día para que no haya momentos en que sientas mucha hambre. Todo va a depender de tu necesidad y objetivo, lo ideal es tener un coach o alguien que te haga un seguimiento. Incluí snacks saludables como frutas, frutos secos o yogur griego entre las comidas principales. Tené siempre a mano opciones sanas para esos momentos de ansiedad. Un buen snack con proteínas o fibra mantendrá tu saciedad por más tiempo.

Tomá mucha agua

Muchas veces, la deshidratación se puede confundir con hambre, a veces el organismo pide agua. Mantenerte hidratado también va a ayudar a mejorar tu digestión y energía. Tomá agua a lo largo del día, especialmente antes de las comidas. Un vaso de agua antes de comer puede ayudarte a sentirte más saciado y reducir atracones.

Hacé yoga o meditación

El estrés, la ansiedad y otras emociones que solemos tener, de vez en cuando, pueden ser responsables de los atracones o esos momentos de ansiedad. Aprendé a identificar qué situaciones te llevan a comer en exceso. Practicá técnicas como la meditación, la respiración profunda o el yoga para reducir el estrés.