Con retazos de tela y palitos de helado: creá este precioso abanico, perfecto para la próxima temporada

La primavera se encuentra a la vuelta de la esquina y, como las altas temperaturas comenzarán a aparecer de a poco, los expertos en reciclaje creativo dieron luz verde a una maravillosa idea DIY para tener en cuenta de cara a la próxima temporada: creá un precioso abanico con retazos de tela y palitos de helado.

Todo indica que este hermoso proyecto sostenible es ideal para los días más cálidos del año. A continuación, descubrirás el paso a paso para realizar un práctico abanico utilizando retazos de tela y palitos de helado o de madera. ¡Sí, este objeto te refrescará a toda hora!

Materiales a usar:

• Retazos de tela.
• 7 Palitos de helado o de madera.
• Alambre resistente (aprox. 10 cm).
• Tijera y cinta de raso.
• Pegamento universal.

Cómo transformar unos retazos de tela y palitos de helado/madera en un bonito abanico:

• En principio, tenés que hacer unos orificios en los extremos de los palitos de helado o madera. Para esto, podés utilizar un taladro, en caso de tener uno.
• Luego, pasá el alambre dos veces por los agujeros de los palitos de helado apilados. Es decir, de un lado tenés un bucle de alambre y del otro sus extremos.

• El paso siguiente es colocar la cinta de raso en el lazo del alambre y doblar este hacia abajo para que quede más plano. La idea es atar la cinta y hacer con ella una pequeña "orejita" para sujetar tu abanico.

• Una vez que hayas doblado el sobresaliente del alambre y recortado su sobrante para no lastimarte, podés cortar los retazos de tela para forrar tus palitos de helado/madera. Usá de guía la imagen instructiva.

• Podés abrir la estructura de tu abanico para tomar las medidas exactas en relación a los retazos de tela. Tenés que tener dos piezas iguales.

• Pegá los palitos de helado sobre la tela recortada abajo como una especie de semicírculo. Cuando hayas formado el abanico, podés cortar el sobrante de tu retazo de tela.
• Por último, tenés que pegar la otra cara de tu abanico, es decir, usando el otro retazo de tela cortado a medida y guiándote del primero para quitar sus sobrantes. ¡Listo, quedó precioso!