Si tus Orquídeas pierden las flores, no te asustes mirá este truco de los jardineros para recuperarlas sin gastar un peso

Tener plantas no es una tarea sencilla, sobre todo en el caso de aquellas que dan flores, las cuales suelen requerir un cuidado mayor, dado que no todo se trata del riego y la exposición a la luz solar. Un claro ejemplo de esto son las Orquídeas, las cuales se distinguen por sus flores, que vienen en una amplia variedad de colores y tamaños. Estas características las hacen una de las más atractivas para los jardines.

Sin embargo, mantener esta planta no es sencillo, sobre todo cuando se es principiante en el mundo de la jardinería, puesto que puede llegar a perder las flores sin que entendamos el motivo de su causa y, mucho menos, de su solución. Pero en esta oportunidad te traemos una manera de recuperar las flores de tus Orquídeas y aumentar su tiempo de vida para que siga adornando tu hogar.

Si ves que la planta ha desarrollado muchas raíces, como suele suceder en el verano con las Orquídeas, es momento de trasplantarla, es decir, cambiarla de maceta. A pesar de lo laborioso que suena, lo cierto es que es algo necesario, debido a que a esta especie suelen ponerle un corchito en la base para cultivarla, por lo que ese corcho puede llegar a ocasionar pudrición si no se remueve con el paso del tiempo.

Por lo tanto, lo fundamental del cambio de maceta también será quitar el corcho que estorba a la planta y recién ahí volver a ponerla en la maceta. Claro que no será la misma, puesto que necesitarás una maceta más grande y con mejor aireación en comparación con la anterior, de manera tal que beneficie el drenaje y evite el estancamiento del agua, además de darle espacio suficiente para que se arraiguen sus raíces.

Ahora bien, si la planta se encuentra en condiciones saludables, se puede volver a usar el mismo sustrato para el proceso. Caso contrario, tus Orquídeas deberán tener un sustrato nuevo para plantarlo en su maceta. Para finalizar, lo último que quedará por hacer será cortar un poco sus varas florales, de manera tal que el crecimiento se centre en las raíces y hojas antes de volver a florecer.