Los trucos caseros para que tu jazmín del cabo se llene de flores y hojas verdes brillantes esta primavera

Estamos en época de flores porque se acerca la primavera; por ende, podés encontrar los árboles de tu jardín o de las ciudades poblados de aromas. Uno de los favoritos de muchos en esta época es el jazmín, atractivo por su perfume intenso y bastante fresco.

A todos les gusta ver esta planta no solo florecida, sino también bien verde, un reflejo de que está cuidada y con todos los nutrientes específicos que necesita. El jazmín del cabo es uno de los más populares y para que llegue a esta condición necesita una buena cantidad de hierro.

Si tu especie, en vez de tener las hojas de un color verde esmeralda brillante las tiene de un verde claro tirando a amarillento, es porque le está faltando una dosis adecuada de hierro. Si te dejás estar con esto no solo empeorará su aspecto, sino que también podría morir.

Para que se desarrolle mucho mejor y se mantenga fuerte es necesario fertilizar con hierro al menos una vez a la semana. Asegurá que el sustrato esté húmedo con este componente, para que lo pueda absorber más fácilmente y florecer con más fuerza.

El fertilizante no solo tiene que ser sobre el sustrato, para que las plantas puedan tomarlo por las raíces, sino que también es necesario disolverlo en agua. Con la ayuda de un difusor, rociá a las hojas y las flores; de esa forma, las estarías limpiando y aportando nutrientes.

En este caso, el hierro no se puede fabricar en casa, aunque hay algunos otros complementos que pueden aportar nutrientes al jazmín, como el agua de avena. Tenés que mezclar en un litro de agua unas tres cucharadas de avena y mezclar muy bien. Luego, podés regar las plantas.