Los secretos de la abuela para que tus toallas queden esponjosas y suaves como las de los hoteles

Las toallas son una parte fundamental en la casa, especialmente cuando se trata de la higiene personal. De hecho, podrías ducharte las veces que quieras durante el día, pero si este elemento no está bien limpio y no huele adecuadamente, todo eso sería en vano.

Es muy importante que cuides de este elemento, ya que si no lo secás de la manera que corresponde, tiende a llenarse de humedad y eso no solo genera mal olor, sino también manchas de moho, que son bastante perjudiciales para la salud y para la piel. Así que no debés descuidarlo. 

Además, no hay nada peor que las toallas oliendo mal, eso arruina todo. Si tenés visitas, procurá siempre que tengan estos elementos limpios y separados, tanto si son para las manos, la cara o para otras partes del cuerpo. Existen varios trucos caseros para mantenerlas en buen estado.

Las abuelas conocían todos los secretos para tener estos objetos oliendo a limpio; no hay mayor satisfacción en una casa que tener todo ordenado de esta forma. Además, podés encontrar trucos para lavarlas como corresponde y evitar que se arruinen los tejidos, que a veces son un poco delicados.

Lo primero que tenés que saber es que no hay que sobrecargar el lavarropas, siempre poné el peso que soporta. Tampoco tenés que dejar las toallas en la máquina cuando acabó el ciclo, sacalas inmediatamente para evitar que tomen olor. Tampoco hay que dejarlas secar todo el tiempo en el sol, ya que esto solo endurece los tejidos.

Un lavado muy sencillo cuando ya están muy sucias es agregar en el lavarropas, en lugar del jabón líquido, media taza o un cuarto de bicarbonato de sodio, con una a media taza de vinagre blanco. Luego, podés agregar suavizante. Así se van a eliminar olores y las toallas quedarán más suaves y acolchonadas para secarte.