Bonito y fácil: no tires el sachet de leche y creá el portamate más canchero y útil para llevar a la playa

Si buscás una forma original y práctica de reciclar, no te podés perder esta idea creativa para aprovechar los envases de leche. Con poco tiempo y materiales que seguro tenés en casa, podés transformar un simple sachet de leche en un portamate único y funcional, ideal para llevar a la playa o cualquier salida al aire libre. Además de ser una opción económica y ecológica, este proyecto te permitirá tener un accesorio original y a la moda para disfrutar de tu mate de una manera más cómoda.

Este portamate no solo es una excelente opción para quienes buscan soluciones prácticas, sino también una forma de darle una nueva utilidad a lo que normalmente podría considerarse un desperdicio. La versatilidad del sachet de leche, junto con algunos simples pasos de transformación, te permitirá tener un accesorio a la altura de cualquier reunión, sin necesidad de gastar en productos comerciales. Además, personalizarlo con detalles que reflejen tu estilo lo convierte en un proyecto divertido que suma un toque único.

No pierdas más tiempo y llevá a cabo este trabajo de manualidad con ese sachet de leche que estabas por tirar. Tomá nota del paso a paso y manos a la obra.

Materiales

• Retazo de tela de la medida del sachet
• Sachet de leche
• Bies cantidad necesaria
• 7 cm aprox. de velcro
• Aguja N. °14

Paso a paso

1. Doblá el retazo de tela por la mitad, del lado del revés. Colocá el sachet encima y recortá el sobrante de tela. Cosé los bordes de la tela para formar una especie de bolsita.

2. Cortá un pedazo de cartón de 3 cm por 3 cm y usalo como medida para hacer los cortes en el sachet. Colocalo en la parte inferior del envase, como indica la imagen, y recortá las puntas. Repetí el mismo proceso con el retazo de tela.

3. Doblá las puntas de ambos elementos y luego da vuelta la tela. Colocá el sachet dentro y, con otro trozo de tela, decorá los bordes alrededor.

4. Por último, colocá el velcro en el lado interior, y listo.

Ya tenés tu portamate hecho a partir de un simple sachet de leche.