Trenzas de hojaldre y provolone: sin amasar ni ensuciar la cocina, hacé esta receta ideal para sumar a tus picadas

Las trenzas de hojaldre y provolone son una combinación deliciosa que une la textura crujiente del hojaldre con el sabor intenso y ligeramente salado del queso provolone. Este aperitivo es perfecto para cualquier ocasión, desde una reunión informal hasta una cena elegante.

Las trenzas de hojaldre y provolone no solo son deliciosas, sino también versátiles. Se pueden servir solas o acompañadas de salsas como pesto, salsa de tomate o incluso una reducción de balsámico para añadir un toque extra de sabor. Además, podés personalizar añadiendo otros ingredientes al relleno, como jamón, espinacas o hierbas frescas, para crear variaciones únicas y adaptadas a diferentes gustos.

Ingredientes:

• 1 tapa para pascualina 
• Un chorrito de aceite de oliva
• Queso provolone rallado (a gusto)
• Un poquito de harina para ayudar a estirar la masa.

Preparación:

Para comenzar con esta receta de las trenzas de hojaldre y provolone, vas a tomar la masa de pascualina del tipo hojaldrada y con ayuda de un palo de amasar y harina vas a estirar hasta conseguir que quede finita o al menos del grosor que querés.

A continuación, untá la masa con aceite de oliva, te podés ayudar con un pincel de cocina, para esparcir de manera uniforme el aceite.

Ahora vas a tomar un trozo de queso provolone y con ayuda del rallador vas a agregar sobre la masa que tiene aceite vas a esparcir el queso rallado.

En el siguiente paso, vas a colocar la otra tapa y con paciencia y cuidado vas a estirar una vez más esta preparación.

Con un cuchillo vas a cortar tiras que luego vas a entrelazar formando estas trenzas. Podés pincelar con un poco de oliva y más queso rallado por encima de cada trenza antes de mandar al horno.

El proceso de horneado es crucial para lograr la textura perfecta. Las trenzas se colocan en una bandeja para horno y se hornean a una temperatura moderada hasta que la masa esté dorada y crujiente, y el queso provolone se haya derretido y fusionado con el hojaldre. El resultado es un aperitivo irresistible, con un exterior crujiente y un interior suave y sabroso.

En pocas palabras, las trenzas de hojaldre y provolone son una opción excelente si buscás un aperitivo fácil de preparar, pero lleno de sabor y elegancia. Su combinación de texturas y sabores las convierte en un éxito garantizado en cualquier mesa. No dejés de lado este manjar y deleitá a los tuyos con una preparación única y deliciosa.