Animales

Curiosidades sobre los caracoles: el enemigo silencioso de las plantas de tu jardín que puede vivir muchos años

Este molusco gasterópodo es hermafrodita y utiliza su cuerpo para alimentarse.
viernes, 7 de febrero de 2025 · 13:29

Los caracoles son unas criaturas fascinantes y esenciales en muchos ecosistemas, pero pueden ser considerados un "enemigo silencioso" de las plantas, especialmente en relación a jardines y cultivos jóvenes, debido a su alimentación herbívora causando un daño importante en la vegetación.

A pesar de su movimiento lento y aspecto tranquilo, los caracoles se alimentan de una gran variedad de plantas y, si bien no tienen boca ni dientes a la vista, utilizan su cuerpo para raspar las hojas, tallos y brotes tiernos con sus rádulas. Estos son órganos que se encuentran en la boca de los moluscos y se caracterizan por tener una especie de lengua membranosa con dientes quitinosos, que se curvan hacia atrás para rallar el alimento.

Un caracol en un campo verde.

Con este accionar natural para alimentarse, el caracol no solo puede dejar grandes agujeros en las hojas, debilitando notablemente a la planta, sino también podría matar a la especie si el daño es significativo. Además, tiene una gran preferencia por los vegetales jóvenes, dado que sus brotes son más tiernos y fáciles de consumir, por lo que las siembras son vulnerables al ataque de este animalito.

¿Llegan a convertirse en plagas devastadoras? La respuesta de los expertos en jardinería es sí, especialmente si las condiciones son favorables para ellos, tales como contar con una humedad alta y temperaturas templadas en huertas/jardines. Como son animales nocturnos, es difícil detectarlos cuando están consumiendo el follaje y esto contribuye a su carácter de "silencioso", pues su presencia pasa desapercibida y los daños son notados al ser evidentes ya en la planta.

Una pareja de caracoles sobre una rama.

Los caracoles se destacan por poseer un cuerpo blando, generalmente húmedo, que está protegido por una capa mucosa que evita la deshidratación y les ayuda a desplazarse de forma más fácil. De hecho, cuentan con una concha en forma espiral, que sirve como escudo protector contra depredadores y situaciones ambientales adversas, al estar hecha de carbonato de calcio y variar tanto en tamaño como coloración y forma.

Según los biólogos, el molusco gasterópodo es conocido popularmente por su desplazamiento lento, realizado mediante un deslizamiento sobre su pie muscular, donde secreta una sustancia viscosa (mucus) para reducir la fricción con el suelo y facilitar su andar. Asimismo, tienen dos pares de tentáculos o antenas en la cabeza que se distinguen como superior e inferior. El par superior es más largo y contiene sus ojos, mientras que el par inferior está destinado al olfato y tacto de esta especie.

Imagen de un caracol con su cría.

La esperanza de vida de los caracoles puede variar dependiendo de la especie, pero en promedio llegan a vivir entre 2 a 5 años, incluso más si cuentan con condiciones favorables para ellos. Las características sobre su reproducción son distintivas para los amantes de la naturaleza, ya que los caracoles son hermafroditas, lo que significa tener órganos reproductivos masculinos y femeninos.

Dicho de otra manera, tienen la capacidad de producir espermatozoides y óvulos, aunque necesitan de otro de su misma especie para copular. Generalmente, la copulación se realiza en época de primavera y otoño, especialmente de noche y con un tiempo promedio de hasta 7 horas. Llegan a poner hasta 50 huevos y, acabada la fertilización, hacen un agujero en el suelo para enterrarlos por un lapso de 15 días, aproximadamente.