El trucazo de la abuela para limpiar por dentro tus botellas de vidrio y dejarlas relucientes y sin bacterias

Si tenés botellas de vidrio en casa y no sabés cómo limpiarlas bien por dentro, este truco de limpieza es todo lo que necesitás. Seamos sinceros, muchas veces esas botellas de vidrio que queremos reutilizar quedan con mal olor, restos de líquidos o bacterias difíciles de eliminar.

La primera forma de dejar impecables tus botellas de vidrio es usando una esponja. Simplemente cortá una esponja en cuadraditos pequeños, metelos adentro de la botella, agregá detergente y agua, agitá bien fuerte durante unos segundos, y después enjuagá. Vas a ver cómo quedan como nuevas. Otra opción casera y súper efectiva es colocar dentro de la botella un puñado de semillas de girasol (o arroz en su defecto), junto con detergente y agua. Cerrala bien y agitá con ganas. El roce de las semillas o arroz con el vidrio ayuda a despegar cualquier suciedad. Luego, enjuagá varias veces hasta que salga todo limpio y dejá secar al aire.

Por último, si querés algo más directo, podés comprar uno de esos cepillos especiales para botellas. Con un poco de detergente y agua, cepillás bien el interior y te asegurás de llegar a todos los rincones. Así, tus botellas de vidrio quedarán libres de bacterias y listas para volver a usar.

Este truco de limpieza es ideal para mantener tus envases relucientes y evitar que acumulen malos olores. Además, es una manera sencilla y práctica de asegurarte de que la limpieza sea profunda y efectiva.

El truco infalible para dejar tu microondas como nuevo en minutos

Por otro lado, si tu microondas está lleno de manchas de comida y grasa, no te preocupes, este truco de limpieza te va a sorprender por lo fácil y rápido que es. Solo vas a necesitar un limón, agua y un recipiente apto para microondas.

Primero, cortá un limón a la mitad y exprimilo en un bol con agua. También podés tirar las cáscaras dentro del recipiente para potenciar el efecto. Poné el bol en el microondas y calentá durante tres a cinco minutos hasta que veas que se empaña el vidrio.

El vapor del limón va a ablandar toda la suciedad pegada. Cuando termine, abrí el microondas (con cuidado, porque va a estar caliente) y pasá un paño limpio o una servilleta de papel. Toda la grasa y los restos de comida se despegarán fácilmente, dejando tu microondas como nuevo.