No tires las latas de gaseosa y transformalas en un hermoso contenedor multiuso para tu cocina

¿Te imaginaste alguna vez que esas latas vacías que pensabas tirar pueden convertirse en un adorno espectacular para tu hogar? Reciclar es mucho más fácil de lo que parece y darle una nueva vida a estos objetos cotidianos no solo es una forma de contribuir al cuidado del medio ambiente, sino también una excelente oportunidad para dejar volar tu creatividad. Con solo unos pocos pasos, podés transformar esos envases metálicos en macetas decorativas, portavelas, o incluso en pequeños organizadores para tu escritorio, cocina o el lugar que más te guste. Lo único que hace falta es un poco de imaginación y ganas de poner manos a la obra. A lo largo de este proceso, no solo evitarás que más residuos terminen en la basura, sino que también lograrás un toque único y personal en la decoración de tu hogar.

Lo mejor de todo es que no tenés que ser un experto para hacerlo. Las latas son materiales súper fáciles de trabajar: podés pintarlas, decorarlas con cuerda, tela, o incluso utilizar pegatinas y otros adornos que tenés a mano. Además, al ser tan versátiles, podés hacer que cada proyecto se adapte a tu estilo, desde algo minimalista y moderno hasta un diseño más rústico y natural. Y si buscás ideas para regalar algo original, no hay nada mejor que un detalle hecho con tus propias manos. Así que antes de tirar estos recipientes, pensá en todo lo que podés crear con ellos.

En este caso, te vamos a mostrar cómo transformar esos envases en delicados y simpáticos contenedores multiusos, perfectos para guardar especias, hierbas aromáticas o lo que se te ocurra. En cuestión de minutos, podés crear pequeños recipientes que no solo serán funcionales, sino que también aportarán un toque único a tu cocina. A continuación, encontrarás el paso a paso detallado para que esta manualidad te quede espectacular.

Materiales

• 2 latas
• 1 tornillo
• 1 tuerca.

Procedimiento

1. Cortá con unas tijeras la parte superior y la base de la lata.

2. Emparejá muy bien los bordes de ambas partes, tal como se muestra en la imagen.

3. Con un destornillador, hacé un orificio en el centro de ambas piezas y luego uní las dos con un tornillo.

4. Para fijarlas bien, colocá una tuerca por detrás.

5. Cortá otra lata por la mitad y emparejá los bordes. Retirá la parte superior, pero solo la parte de adentro; no cortes el borde, ya que lo vas a usar para sostener la pieza que hiciste en los pasos anteriores.

6. Juntá ambas partes, como se indica en la imagen.

Y listo, ya tenés esta divertida y original manualidad hecha con dos simples latas que seguramente ibas a tirar. Para darle un toque de color, podés pintarla, agregarle diseños o lo que más te guste.