JARDINERÍA
No tires los envases plásticos y usalos para cultivar tus propias cebollas con esta idea tan práctica como útil
Con este método tan sencillo, podrás obtener tus propias plantas.Si querés tener tu propia huerta en casa y disfrutar de cebollas frescas sin necesidad de comprarlas, este truco te va a encantar. Con pocos materiales y sin complicaciones, podés hacer que broten en tu hogar de una manera práctica y efectiva. No necesitás experiencia en jardinería ni herramientas especiales, solo ganas de probar algo nuevo y aprovechar al máximo lo que ya tenés a mano. Además, no solo es una excelente manera de ahorrar dinero, sino que también te permite asegurarte de que los alimentos que consumís sean naturales y libres de químicos. Con un poco de paciencia y cuidado, en poco tiempo vas a tener tus propias plantas listas para usar en la cocina y darle un toque especial a tus comidas.
Por otro lado, esta técnica es ideal para reciclar envases plásticos que, en lugar de terminar en la basura, pueden tener una segunda vida en tu huerta. En este caso, se usa el típico envase de plástico en el que vienen las tortas, pero si no tenés uno, podés optar por cualquier otro similar. De esta manera, no solo reducís residuos, sino que también aprovechás materiales que muchas veces descartamos sin darnos cuenta de lo útiles que pueden ser. Transformar algo que parecía inservible en una herramienta para el cultivo de cebollas es una forma sencilla de contribuir al medioambiente.

Más adelante, te explicaremos el paso a paso para que pongas manos a la obra y empieces a hacer crecer tus propias cebollas de una forma sencilla y ecológica. Tomá nota de las instrucciones de esta manualidad y no pierdas más tiempo.
Procedimiento
1. Hacé varios orificios en la tapa del envase plástico y también en los costados para facilitar el crecimiento de las cebollas. Asegurate de que queden distribuidos de manera uniforme, tal como se muestra en la imagen.


2. Dale la vuelta a la tapa y colocá una cebolla en cada uno de los orificios. Luego, cubrilas con un sustrato especial que proporcione los nutrientes necesarios para su desarrollo.

3. En los orificios de los costados, agregá más cebollas y volvé a cubrirlas con tierra, asegurándote de aprovechar al máximo el espacio disponible en el recipiente. Esto permitirá que crezcan en diferentes niveles, lo que optimizará el cultivo en un área reducida.

4. Una vez que hayas terminado, colocá la base del envase encima y, mientras sujetás ambas partes con cuidado, giralo lentamente hasta que la base quede nuevamente en su posición original.
En unas pocas semanas, comenzarán a brotar las primeras plantas de cebollas. Para garantizar un buen crecimiento, mantené la tierra húmeda, pero sin encharcarla, ya que el exceso de agua podría afectar el desarrollo de las raíces.