Llega el invierno y esta es la planta con flores amarillas que resiste todo y no te puede faltar

Cuando el frío comienza a asomarse y las hojas secas cubren el suelo, muchos jardines se apagan. Sin embargo, hay una planta que, lejos de retraerse, parece brillar más que nunca. Su color es cálido y potente, como un rayo de sol que no se deja vencer por la estación. Hablamos de una especie que puede cambiar el aspecto de todo tu jardín con sus inconfundibles flores amarillas.

El Euryops, también conocido como margaritas o flores amarillas, es un arbusto de crecimiento veloz que puede alcanzar hasta un metro de altura y ancho. Lo que lo hace especial no es solo su belleza, sino su resistencia al sol pleno, la falta de agua y hasta a las heladas más intensas. Estas flores amarillas, ante una nevada inusual, es la única que se mantiene en pie. Por eso, si buscás sumar color durante el otoño, esta es una de las opciones más resistentes y efectivas.

Ideal para crear canteros combinados, se sugiere plantarlo con margaritas enanas o huevos fritos de enana. Así, la base blanca ilumina por la noche y realza el fondo dorado. En el invierno, cuando muchas otras plantas se retraen, sus flores amarillas se convierten en un verdadero espectáculo. Para mantener su forma y promover nuevas floraciones, es clave podarla una vez al año al 50 por ciento. El Euryops es sinónimo de vida y calidez cuando más la necesitás.

Otra flor que embellece el otoño sin pedir demasiado

Por otro lado, si buscás una flor que acompañe la estación con elegancia y sin demasiadas exigencias, el pensamiento es una de las mejores opciones. Esta pequeña flor de apariencia delicada esconde una resistencia admirable y una paleta de colores tan variada que se convierte en protagonista en cualquier rincón del jardín.

Los pensamientos florecen durante el otoño y se mantienen firmes incluso en los días más fríos del invierno. Son ideales para macetas, bordes y canteros, y su tamaño compacto permite combinarlos con otras especies sin recargar el espacio. Además, su mantenimiento es mínimo, con un poco de sol y riego moderado, sus flores brotan sin cesar.

Gracias a su capacidad de adaptación y su encanto, estas plantas se han ganado un lugar en jardines urbanos, balcones y patios. Y si bien pueden parecer frágiles, soportan bien las temperaturas bajas y regalan color justo cuando más se lo necesita.