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No tires las semillas del zapallo, mirá cómo las podés aprovechar para hacer el snack más crocante
Además de ser saludables, son riquísimas.Con la llegada del frío y los días más cortos, el zapallo vuelve a ocupar un lugar central en muchas cocinas. Pero hay un detalle que a veces pasa desapercibido y que, sin embargo, puede transformarse en un auténtico manjar. Hablamos de esas pequeñas protagonistas que muchos suelen descartar sin saber todo lo que tienen para ofrecer, las semillas de zapallo.

Altamente nutritivas, las semillas de zapallo son fuente de magnesio, hierro, fósforo, zinc y fibra. Lo mejor es que su preparación es sencilla y rápida. Solo hace falta lavarlas bien para retirar los restos del zapallo, luego condimentarlas a gusto y cocinarlas en sartén con un poco de aceite, a fuego mínimo. Se les puede sumar ají molido, pimentón dulce, ajo, sal y pimienta blanca, aunque el toque personal es lo que las hace únicas.

Su textura crocante y su sabor intenso vuelve a estas semillas de zapallo ideales como snack saludable, pero también funcionan muy bien en ensaladas, panes, sopas y otras recetas. Con solo un pequeño cambio de hábito, podés aprovechar lo que antes tirabas y sumar sabor y nutrientes a tu cocina. Las semillas de zapallo llegaron para quedarse.

Esta receta con zapallo te abriga desde el primer bocado
Por otro lado, si tenés zapallo en casa y querés preparar algo más que una sopa clásica, la opción del puré especiado al horno puede ser justo lo que necesitás. Esta receta es tan fácil como sabrosa y el resultado final sorprende por su textura cremosa y su perfume cálido, ideal para el otoño y el invierno.
Lo primero es cortar el zapallo en cubos medianos y llevarlo al horno con aceite de oliva, sal, pimienta y un toque de nuez moscada. Si te animás, podés sumar comino o canela para realzar su dulzura natural. Una vez cocido, lo procesás hasta formar un puré suave, al que podés agregar un poco de manteca o queso rallado para darle más cuerpo.
Este puré acompaña muy bien carnes, pero también funciona solo, decorado con algunas semillas tostadas o un hilo de crema. Lo mejor es que se puede preparar con anticipación y recalentar sin perder su encanto.