Jardinería
La planta que da hermosas flores, sobrevive en canteros o en tu balcón y es a prueba de principiantes
Una especie que no deja sorprender.La verbena es una planta herbácea ampliamente conocida por sus propiedades medicinales y su uso ornamental. Su nombre científico es Verbena officinalis, y pertenece a la familia Verbenaceae. Se encuentra en diversas regiones del mundo, incluyendo Europa, Asia, África y América. Su versatilidad y beneficios hicieron que sea utilizada desde la antigüedad en remedios naturales y rituales tradicionales.
La verbena es una planta perenne que puede alcanzar hasta 100 cm de altura. Su tallo es recto, cuadrangular y muy ramificado, con hojas opuestas, pecioladas y de forma lanceolada. Sus flores, de color azul púrpura o lila claro, se agrupan en espigas paniculosas y tienen una corola en forma de embudo. Esta planta suele crecer en terrenos incultos con cierta humedad y en los bordes de caminos.

Esta planta fue utilizada en la medicina tradicional por sus múltiples beneficios para la salud. Entre sus propiedades más destacadas se encuentran la antiespasmódica, ayuda a aliviar calambres y espasmos musculares. Otra acción es la digestiva, favorece la digestión y combate problemas estomacales. También actúa como sedante, se emplea para reducir el estrés y mejorar el sueño.

Otras de las propiedades son expectorantes, contribuye a aliviar síntomas de resfriado y gripe. También actúa como antiinflamatoria, reduce la inflamación en articulaciones y músculos. Tiene propiedades hepatoprotectora, protege el hígado y ayuda en casos de hígado graso. Desde la antigüedad, la verbena fue considerada una planta sagrada. En algunas culturas europeas, se utilizaba en rituales para protegerse de enfermedades y malos espíritus.

En lo que se refiere a sus cuidados, esta planta necesita mucha luz solar, pero es recomendable evitar la exposición directa al sol fuerte del mediodía. Se desarrolla mejor en climas templados o cálidos, por lo que es ideal para jardines soleados o balcones bien iluminados. El riego debe ser moderado, evitando el exceso de agua, ya que la verbena no tolera los encharcamientos. Se recomienda regarla cuando la tierra esté seca por al menos dos días. En cuanto al sustrato, debe ser ligero y con buen drenaje para evitar acumulaciones de humedad que puedan dañar sus raíces.

Para estimular su crecimiento y mantenerla en buen estado, la verbena necesita dos o tres podas al año. Es importante retirar las flores marchitas y recortar el follaje más largo para favorecer una floración continua.

Esta especie con múltiples beneficios, tanto medicinales como ornamentales. Con los cuidados adecuados, la verbena puede convertirse en una planta vibrante y duradera, ideal para embellecer jardines y espacios exteriores. Su resistencia y belleza la hacen una excelente opción para quienes buscan una planta fácil de mantener y con una floración prolongada.