belleza
3 secretos que funcionan para que tu perfume favorito dure todo el día en tu piel
En esta nota se rompe uno de los mitos de belleza más popularizados y te damos las claves exactas.Todos queremos encontrar un perfume que nos identifique y cuando lo logramos queremos que ese aroma que amamos nos acompañe todo el día. Para eso es clave dominar el arte de aplicarlo de manera correcta. Porque no se trata solo de rociar y salir: hay una técnica detrás de cada gota y puntos estratégicos que hacen la diferencia.
Los perfumes se activan con el calor corporal, por eso conviene aplicarlos en zonas donde la sangre fluye con más intensidad: detrás de las orejas, en la base del cuello, las muñecas, el pliegue interno de los codos y hasta detrás de las rodillas. Esas son áreas que, al calentarse, liberan progresivamente la fragancia durante el día.

Ahora veremos cómo se aplica el perfume, qué hay que hacer y qué no para lograr que el aroma que tanto nos gusta se quede. Desde ya rompemos con el mito más impregnado y más repetitivo, el de perfumar las muñecas y frotarlas. Este gesto automático rompe las moléculas aromáticas y altera la evolución de sus notas.
Rituales que hacen la diferencia
Piel hidratada: un secreto que las insiders no pasan por alto está en la piel bien hidratada, ya que retiene mucho mejor la fragancia. Aplicá tu perfume sobre la dermis limpia y humectada, idealmente con una loción corporal neutra para no competir con las notas olfativas.

Incluso, si existe la versión en crema de tu perfume favorito, usala en combo: vas a potenciar su duración de forma elegante y sutil.
El cabello es un imán: el cabello también puede ser un gran difusor de aroma, pero debés evitar aplicar directamente el perfume sobre el pelo, ya que el alcohol lo va a resecar. Debés rociar un poco sobre tu cepillo o peiná ligeramente sin tocar directamente el pelo con la colonia.

Otra opción beauty-friendly es buscar brumas capilares especialmente formuladas para perfumar sin dañar.
Detrás de las orejas: será ideal si llevás el cabello recogido o usás aros, ya que el aroma se liberará con cada movimiento de cabeza.
El must en la base del cuello y nuca: colocar perfume acá es perfecto para dejar una estela sutil cuando saludás o abrazás.
En las muñecas: este clásico no debe faltar en tu ritual antes de salir, pero recordá lo que especificamos antes: sin frotar. Solo rociá y dejá que se asiente.
Pliegues: tanto en la parte interna de los codos como un punto inesperado, pero súper efectivo como detrás de las rodillas, si es que en tu outfit usarás falda, short o vestido.
En definitiva, llevar perfume es un gesto de estilo, casi como elegir una prenda o accesorio. Hacelo parte de tu ritual diario, descubrí dónde se potencia mejor tu fragancia y dejá que tu aroma hable por vos desde el primer hasta el último suspiro del día.