Plantas
Aprovechá el Otoño: mirá cómo sembrar una planta de Acelga en maceta y reciclar los bidones de agua vacíos
Esta época del año es ideal para cultivar tu propia huerta.Sembrar acelga en casa puede ser una experiencia transformadora, sobre todo si se aprovechan materiales reciclados. En este caso, se utilizaron botellas plásticas vacías como macetas para cultivar esta nutritiva verdura. Las plantas de acelga necesitan un sitio soleado, buen sustrato y riego constante para desarrollarse de manera saludable.

Desde el momento de la siembra hasta la cosecha, el proceso demanda cuidados básicos. Las semillas deben colocarse a poca profundidad en la tierra húmeda, luego se recomienda aplicar fertilizante y acompañar el crecimiento con atenta dedicación. Las plantas no solo decoran y oxigenan el ambiente, sino que también ofrecen alimento saludable y fresco. En aproximadamente dos meses, la acelga estará lista para cosechar y disfrutar en la cocina.

La clave está en observar y cuidar el desarrollo diario de estas plantas. Reciclar los envases plásticos permite darles una segunda vida útil, además de fomentar una conexión más estrecha con la naturaleza desde casa. Sembrar acelga en maceta es una forma sencilla y efectiva de acercarse al mundo de las plantas y adoptar hábitos más sostenibles.

Cosechá tu propia lechuga, consejos para sembrarla en casa y disfrutarla todo el año
Por otro lado, la lechuga es otra excelente opción para quienes desean comenzar una huerta orgánica en casa. Esta verdura crece rápido, se adapta a distintos recipientes y ofrece hojas frescas para cosechar en pocas semanas. Lo importante es elegir una variedad que se adapte al clima local, preparar un buen sustrato con abono natural y mantener una rutina de riego constante, sin encharcar.
A la hora de sembrar, se recomienda hacerlo en líneas finas, dejando espacio entre cada planta para que pueda expandirse. Es fundamental que reciba luz solar directa al menos seis horas por día y se controle el exceso de humedad para evitar hongos. La lechuga es sensible al calor extremo, por lo que en verano conviene ubicarla en lugares semi sombreados.
Además de ser una opción saludable y económica, tener lechuga propia es una forma práctica de reducir el consumo de plástico y residuos. Con simples cuidados, se puede disfrutar de hojas tiernas todo el año y fomentar hábitos sostenibles que beneficien tanto al hogar como al ambiente.