El producto tan común en tu cocina con el que podés realizar este poderoso ritual y limpiar la energía de tu casa

Si sentís que el ambiente de tu casa está cargado, como si algo no fluyera del todo bien, puede ser que a veces no se trata de lo que vemos, sino de lo que se percibe: energías densas, discusiones recientes, visitas que dejaron una vibra rara o simplemente el paso del tiempo.

Por suerte, hay un ritual muy sencillo y efectivo que podés hacer con un ingrediente que seguramente ya tenés en tu cocina: el café. Sí, ese mismo que usás cada mañana para arrancar el día también puede ayudarte a renovar las energías de tu hogar o negocio.

El ritual consiste en quemar café puro y dejar que su humo aromático actúe como un purificador natural. Esta práctica, que tiene raíces en antiguas tradiciones de limpieza energética, no solo es accesible, sino también poderosa. Para hacerlo, no necesitás horarios específicos ni días especiales.

Podés realizarlo cuando lo sientas necesario: después de una discusión, al mudarte, al cerrar un ciclo o simplemente cuando notás que todo se siente "pesado". Solo necesitás colocar una pequeña cantidad de café puro (molido, sin azúcar ni mezclas) en un recipiente resistente al calor y prenderlo con cuidado. Dejá que el humo se eleve y recorra los espacios.

Mientras el café se quema, es recomendable abrir algunas ventanas para permitir que la energía negativa salga. Podés acompañar el ritual con una intención clara, como una frase sencilla: "Que se limpie todo lo que no me pertenece", o simplemente visualizar cómo el humo limpia y renueva cada rincón.

Este ritual no solo limpia el ambiente, también activa el sentido del olfato con un aroma familiar que transmite calidez, protección y claridad. A diferencia de otros métodos de limpieza energética, como el sahumo o el uso de inciensos, el café tiene una carga simbólica especial: es cotidiano, reconfortante y energizante, por lo que potencia aún más su efecto.